La Generalitat ha presentado su nueva estrategia de impulso a la Industria de los Seminconductors en Cataluña. El plan estratégico, fundamentado en una nueva alianza entre departamentos, busca «apoyar a iniciativas que incidan de manera determinante» en el crecimiento, la escalabilidad y la competitividad de iniciativas clave para la cadena de valor del microchip en el país. En el acto de introducción en sociedad del documento, de hecho, han participado los responsables de cada una de las tres carteras implicadas: la consejera de Economia i Hisenda, Natàlia Mas, el conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, y el consejero de Recerca i Universitats, Joaquim Nadal.
Una de las grandes banderas del actual ejecutivo, el impulso al sector de los semiconductores se enmarca dentro del Pacto Nacional para la Industria, un proyecto a largo plazo con una dedicación de más de 3.000 millones de euros por parte de la Generalitat. La hoja de ruta de la administración prueba de ampliar la incidencia del tejido productivo e innovador catalán en toda la cadena de valor del microchip: desde la investigación y el diseño hasta la fabricación de componentes y equipaciones de microelectrónica. Entre las metas consta, así, la «voluntad de posicionar Cataluña internacionalmente como un polo de conocimiento» en el negocio de los procesadores.
Esos para el microchip catalán
El programa del ejecutivo se concreta en 23 actuaciones divididas en cinco ejes de trabajo, que buscan dirigir el conjunto de las necesidades productivas de los semiconductores catalanes. En primer lugar, la Generalitat busca «reforzar los actores de la cadena de valor» que ya operan en Cataluña, especialmente en el estadio del diseño de equipaciones electrónicas, una rama productiva en la cual el país es especialmente competente. Así, alrededor de la academia tecnológica catalana y sobre las bases ya instauradas por el Barcelona Supercomputing Center, el Govern hará movimientos para que las empresas e iniciativas que se dedican «puedan crecer y ser competitivos a escala global».

Sobre el crecimiento de la industria local, la Generalitat busca acelerar las inversiones en proyectos relacionados con la creación y producción de microchips. El nuevo foco europeo en la autonomía estratégica en el ámbito de la microcomputación abre varios caminos de financiación, desde el fondo FEDER hasta la dedicación concreta de los fondos Next Generation, el conocido como Perte Chip del ministerio de Industria, con más de 12 millones de euros de capital disponible. Para garantizar el funcionamiento de este capital, la Generalitat establece una tercera vía de actuación: la creación y habilitación «de infraestructuras de avangtuarda a disposición de las empresas», que permitan un diseño, fabricación, testeo y distribución de los productos creados en el territorio.
Ecosistema de conocimiento
Los últimos dos ejes del proyecto conectan la futura industria catalana del microchip con el sistema de conocimiento del país. Según el ejecutivo, Cataluña «tiene que aspirar a convertirse en un polo de talento» en semiconductores. Una nueva oferta académica en las universidades técnicas catalanas acontece, pues, una necesidad. En este sentido, la Generalitat propone la implementación de un nuevo máster universitario de Ingeniería en Semiconductores, así como planes de doctorados industriales adaptados. Una mejor atracción de talento especializado permitiría, además, agilizar el salto al mercado de soluciones pensadas en las universidades, con una clara intención de acelerar la transferencia de conocimiento en el mundo del microchip catalán. Así, proyectan la creación de un plan de empresas derivadas de los principales centros académicos del territorio.