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El Mobile lleva a Barcelona el primer aterrizaje de la IA

Barcelona vuelve a detenerse durante una semana para recibir un MWC cada vez más expansivo. El gran congreso planetario del sector tecnológico aterriza en la ciudad con unas expectativas que revelan que ya ha alcanzado sus máximos: el impacto económico de más de 500 millones de euros y el umbral de los 100,000 visitantes se han convertido ya en la máxima del congreso de la patronal móvil GSMA, que supera con creces el ámbito de los teléfonos celulares. Como ya es tendencia, especialmente en los últimos dos años, la inteligencia artificial será la protagonista de las cuatro jornadas que llenarán a rebosar Fira de Barcelona con visitantes de todo el planeta. Sin embargo, el talante de la edición de 2025 será muy diferente del que ha dominado desde 2022: después de una larga sucesión de hojas de ruta a largo plazo, promesas y horizontes que no acababan de concretarse, el tejido empresarial catalán buscará en el recinto Gran Via soluciones concretas. «La IA ya estaba aquí en 2023 y 2024 -explica Carles Gómara, consultor sénior de innovación de la Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat Acció en conversación con Món Economia- pero hablábamos de expectativas, y no de su aterrizaje». En 2025, al menos, los potenciales consumidores vienen a ver la tecnología tocar de pies a tierra. «Ahora ya estamos en la fase de implementación«, insiste Gómara.

El último informe de la década digital del Cercle Tecnològic de Catalunya demuestra que el omnipresente discurso sobre la IA no concuerda con la escasa presencia que aún tiene en los procesos empresariales y de consumo. Solo el 8% de las empresas con presencia digital del país, aseguraba el documento, utilizan soluciones basadas en inteligencia artificial. «Todavía estamos buscando aquellos procesos que podemos automatizar, qué tareas podemos simplificar», declara Joan Ramon Barrera, presidente de la entidad tecnológica. Sin embargo, desde mediados de 2024 «se están llevando a cabo pruebas piloto para ver cómo la IA puede impactar en el negocio». Sobre estos nuevos intentos de aterrizar la tecnología, pues, expositores y congresistas del MWC 2025 llegarán a los pabellones de Fira expectantes por ver de qué maneras las grandes compañías han materializado los discursos de las últimas ediciones. «Hace tiempo que las principales organizaciones crean oficinas de IA para gobernar su despliegue, buscando casos de uso y éxito», recuerda Barrera; y el MWC se convierte en el espacio principal para descubrir los nuevos caminos. Para el dirigente empresarial, los modelos de lenguaje natural son el activo que, por ahora, más se acerca a las necesidades de negocios y consumidores, si bien queda tiempo aún para que se conozcan todas sus aplicaciones. «La IA es todavía un tema de estatus; seguramente los datos y la nube están mucho más avanzados», declara.

Así, el gran salto se podrá ver en la concreción sectorial de la IA. En 2024 muchas de las compañías aún hablaban en términos transversales, defendiendo la capacidad de la tecnología de afectar todos los ámbitos de una empresa tecnológica, pero en 2025 se podrá ver -o así lo quiere el empresariado tecnológico del país- cómo «mejora la vida» de cada profesional e industria, en palabras del CEO de Tech Barcelona Miquel Martí. «Igual que otros años enseñaban la patita, este año será el boom», promete el experto. Algunos de los grandes avances, además, afectan directamente ramas empresariales centrales para la industria barcelonesa. Martí pone el ejemplo de las ciencias de la vida -tanto en la medicina como en la farmacia-. En 2024, cabe decir, ya se pudieron ver algunos ejemplos de casos de uso y éxito en este ámbito. El CEO de Google DeepMind Demis Hassabis, ya celebró los avances del proyecto AlphaFold en el tratamiento de proteínas para elaborar nuevos medicamentos. Eran, sin embargo, las excepciones, sin «una gran solución» que ayudara a la IA a saltar al mercado generalista. En los 12 meses entre ediciones, las herramientas son mucho más obvias, con chatbots de atención al cliente o aplicaciones de creación de contenidos; y el tejido productivo catalán buscará evidencias de estos avances. «El MWC sirve para compararse, sabemos realmente dónde estamos en el camino de desarrollo tecnológico. Nuestros puntos débiles y fuertes», razona Gómara.

Algunas personas llegan a la inauguración del MWC del 2023 / EP
Algunas personas llegan a la inauguración del MWC del 2023 / EP

Cataluña, especialista

El mundo tecnológico catalán, en muchos de sus ámbitos, es mucho más concreto que el de los grandes mercados de su entorno. Un país de pequeñas y medianas empresas, con un puñado de compañías de alcance internacional que poco tienen que hacer contra los gigantes del sector, está mejor equipado, aseguran los expertos consultados, para ofrecer productos finales que no para teorizar. «No podemos competir con las historias de las big tech, pero somos muy buenos aplicando», advierte Gómara. En este sentido, el rol de los emprendedores catalanes cobra sentido en una industria aún por explorar. «Una vez hay las herramientas, ¿para qué las usamos? Aquí es donde somos buenos», añade el responsable de innovación de Acció. Con los años, la tecnología barcelonesa, que agrupa buena parte del potencial del país en el ámbito, se ha hecho más sólida. Especialmente en la escala de la emprendeduría, alrededor del mundo start-up. Aunque hay insignias del Principado en todo el congreso, Martí destaca especialmente el dominio sobre el 4 Years From Now (4YFN), el punto de encuentro de las empresas emergentes. «Es nuestra fiesta mayor», bromea el dirigente de Tech. En un principio, en paralelo con el punto de desarrollo del ecosistema barcelonés, la presencia catalana en el hermano pequeño del MWC era eminentemente digital y de menor valor añadido. «Había mucho de e-commerce, de modelos B2C», mientras que especialmente después de la pandemia «el nicho se ha invertido». «Cada vez está más presente la ciencia, las empresas de base tecnológica; y confirmamos que Barcelona tiene un gran atractivo para atraer y retener talento», sentencia Martí.

Con el tiempo y las nuevas capacidades de transferencia tecnológica, en unos años en los que el puente entre la investigación y el mercado se ha acortado en el Principado, Gómara defiende que la posición catalana entre los innovadores del MWC es privilegiada. «Estamos en la misma liga que cualquier otro sector», asegura el dirigente de Acció. Y eso es cada vez más evidente para los visitantes internacionales. «El congresista chino no viene al 4YFN; pero, cuando está, se pasa. A ver qué ideas hay, cómo se mueven las start-ups», argumenta el jefe de innovación. Se trata de una tendencia que se ve exacerbada en una Cataluña donde las corporaciones están especialmente cercanas a las emergentes. Sin la concentración de poder de mercado en pocas manos gigantescas, las marcas tecnológicas más grandes del país exploran la base de la pirámide con facilidad. «La emprendeduría es un elemento continuo en las corporates catalanas», subrayan desde el Cercle Tecnològic. Barrera, en este sentido, apunta que «el MWC cumple perfectamente con este rol de punto de contacto». El reto más claro, sin embargo, es que las relaciones que se hacen allí acaben saliendo al mundo real. Que las tarjetas que se intercambian por los pasillos de Fira se hagan sólidas en negocios dentro del país. Dentro de las cuatro jornadas, la agencia del Gobierno ofrece unas estimaciones de lo más halagüeñas. En 2024, las 107 firmas catalanas que tuvieron presencia en el congreso cerraron acuerdos por valor de 18,7 millones de euros, un 22% más que el año anterior. Sin entrar en detalle, Gómara asegura que «la previsión es de un crecimiento brutal». «Será una edición más grande que la anterior, de récord»; y la actividad empresarial acompañará el crecimiento.

Imagen del stand de Cataluña en el MWC 2024 / ACN
Imagen del stand de Cataluña en el MWC 2024 / ACN

Ojos en Barcelona

Los cuatro días del Mobile son, según las fuentes empresariales consultadas, uno de los grandes activos de la ciudad en el camino hacia la relevancia tecnológica internacional. «No es el único, pero es uno de los elementos que hacen de Barcelona un polo de atracción de centros innovadores», comenta Barrera. Aunque la capital del Principado aún está «a medio camino» de establecerse entre las geografías esenciales de la innovación -Boston, San Francisco o Shenzhen- cada curso se dan pasos alrededor de los congresos de bandera de Fira. «El nombre suena mucho. En Bruselas, siempre se habla de Barcelona como uno de los destinatarios de recursos europeos por la calidad de nuestras compañías», celebra Martí. En este sentido, añade Barrera, el beneficio principal del congreso está fuera de su agenda de actos. «Que el MWC no se quede allá adentro, que llegue a toda la ciudadanía», defiende el presidente del Cercle; para fundamentar, también internamente, la marca de la Barcelona tecnológica. «Que aquellos que no son tecnólogos entiendan que hay una feria que concentra soluciones para ayudarnos en el día a día», sostiene.

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