Las multinacionales del sector de las telecomunicaciones se han dado cuenta que las nuevas estructuras tecnológicas superan sus capacidades individuales. Durante la edición del 2024 del MWC, que se celebra durante toda la semana al recinto Grande Vía de Feria de Barcelona, cinco de las corporaciones de más alcance global –la alemana Deutsche Telekom, la surcoreana SK Telecom, el árabe e&Group, la japonesa Softbank y Singtel, con base en Singapur– han presentado una nueva iniciativa por entomar uno de los grandes retos del sector conjuntamente: la adaptación a sus modelos de negocio de la inteligencia artificial. Las compañías se han aliado para elaborar un nuevo LLM –un modelo de lenguaje automatizado que sirva, concretamente, para mejorar las tareas dentro de una corporación de su sector–.
En una ponencia posterior al anuncio, el jefe de tecnología de Deutsche Telekom Abdurazak Mudesir asegura que, por el alcance de su negocio, las telecomunicaciones tienen que liderar el tráfico del público general hacia la IA. «Las TelCo tienen que ser el sherpa», razona el directivo, animando las compañías de su sector a «coger todo aquello que ya está disponible como cimiento, entrenarlo y capturar su valor». En este sentido, para el CTO, la alianza entre compañías puede transcender, incluso, esta tarea. La cooperación anunciada este mismo lunes puede hacer que «los sherpas acontezcan
Las posibilidades de aplicación de la IA al sector, según los mismos representantes, parecen infinitas. Entre los profesionales que más alaban la apertura de campo que supone la automatización destaca el jefe de inteligencia artificial de SK –compañía líder en conectividad al mercado surcoreano– SG Chung. «La IA puede automatizar tareas, monitorizar los automatismos, activar el mantenimiento predictivo… Ahorrando importantes costes a la industria», comenta el directivo. Ante esta muchedumbre de nuevas herramientas, la firma de Chung, junto con las otras cuatro participantes de la iniciativa, buscan dar vida en un modelo lingüístico que dé cobertura a «1.800 millones de consumidores y sus datos»; y que, además, sirva de modelo porque el sector TelCo desarrolle, por así decirlo, su propio idioma dentro de la IA.
El establecimiento de una fundamentación común, pero, no impide que cada empresa y prestamista de servicios acabe diciendo aquello que le sea más conveniente. Si la carrera por la IA es una, razona la VP de aceleración de la IA a Ericsson Elena Fersman, «hay muchos perdedores». «Tenemos que descomponer la carrera, hacer muchas, y que todo el mundo ocupe su lugar al podio», argumenta la vicepresidenta. Una apuesta por redes abiertas que permitan el uso de mecanismos de automatización serviría, según Fersman, porque «todo el sector pueda crecer» encima de las nuevas aplicaciones. Una aproximación colectiva, además, permite mantener el ritmo; en cuanto que «la tecnología avanza mucho más rápidamente» que los conocimientos de las empresas del sector.
Una tecnología de puertas adentro
Justo es decir que, si bien el objetivo es acabar mejorando la experiencia de los usuarios finales del sector de las telecomunicaciones, muchas de las soluciones automatizadas existentes actualmente van dirigidas a optimizar la operativa de las mismas empresas. En el campo del consumidor, la jefa de innovación del grupo British Telecom, Harmeen Mehta, pose como ejemplo la personalización: la lectura y agrupación de los datos y preferencias de cada cliente permitiría que las soluciones automatizadas ofrezcan productos concretos a cada objetivo, reduciendo y optimizando costes comerciales y mejorando, asegura, «la satisfacción entre un x2 y un x3».
Malgrat que estas tareas internas puedan ser parcialmente ajenas al comprador, sus efectos se notarán en el consumo; hecho que, en palabras de Mehta, «hará que se acostumbren». La mejora de estrategias de marketing, ofertas o gestiones automatizadas de peticiones, más allá de las aplicaciones secundarias surgidas otros saltos operativos de carácter interno, obligarán la competencia a tomar los mismos caminos. «Todas las compañías acabarán adaptándose», predice la ejecutiva.
«Confiar» en la IA
Justo es decir que, se adapte a las necesidades internas de las TelCos o a la manera en la cual el consumidor se enchufa en la red, los modelos algorítmicos y la IA están lejos de ser perfectas, especialmente cuando se trata de entender los matices del mundo donde opera. «No es la misma habla con un español que con un británico; y ambos son diferentes de un norteamericano», describe Mehta, en un llamamiento a hacer un esfuerzo en la localización de los servicios. Una visión parcial y superficial –que excluya cuestiones no solo regionales, sino también raciales o de género, de su producción– de la IA acabará para reducir la «confianza» del público en estas soluciones –un hecho crítico, atendida la necesidad de datos de muchos de los modelos al mercado–. «Muchos de estos elementos están construidos por cierto grupo de gente procedente de ciertas geografías», critica el oficial, en reivindicación de estos necesarios matices. «La IA generativa no es solo el uso del lenguaje: sirve para aumentar el hecho humano», concluye.