MónEconomia
El cambio climático, un factor de riesgo en el aumento de los precios de consumo

El cambio climático es uno de los problemas latentes que vive la sociedad mundial en la actualidad. No es solo nos encontramos ante un problema que afecta nuestro planeta, sino que cada vez más friega nuestros bolsillos, puesto que hay una relación directa entre los cambios meteorológicos bruscos y el aumento de precio de los alimentos de primera necesidad. Así lo explica un estudio del Banco Central Europeo (BCE) que alerta de la peligrosidad de no luchar contra el cambio climático y como este pone en riesgo la estabilidad de las cuatro grandes economías de la eurozona, entre ellas el estado español. «Para 2035, las temperaturas previstas amplifican los impactos del clima sobre la inflación en un 50%», afirma el estudio, el que se traduce en el hecho que los precios de la gran mayoría de productos estarán condicionados por los cambios en el clima.

Los investigadores del BCE aseguran que el cambio climático afecta el estado español, sobre todo en la venta de productos y los servicios. En este sentido, la relación más conocida es la falta de oferta por culpa de malas cosechas generadas por cambios de tiempos repentinos. En estos casos, los alimentos que se cultivan se reducen, el que provoca que haya mucha menos cantidad por una demanda similar. Todo esto, se traduce con un aumento de precios sustancial. «La meteorología afecta la producción, puesto que con menos oferta y más gastos hay un incremento de los precios que repercute al bolsillo de los ciudadanos», explica Francesc Reguant, presidente de la Comisión de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas. Y es que, tanto el experto como el informe de la entidad europea aseguran que no nos encontramos ante casos aislados y que esta situación será mucho más común en los próximos años. En otras palabras, el que antes pasaba cada cincuenta años, ahora pasa cada diez a causa del calentamiento global.

Por otro lado, el cambio climático también provoca otras situaciones meteorológicas adversas que afectan la distribución de algunos productos. Tal como afirma el informe, la sequía -que evidentemente tiene afectos en la producción de alimentos- limita la capacidad de transporte fluvial, el que se traduce en un aumento del precio de algunos productos e incrementa los gastos de los servicios. «Hay costes estructurales que a causa del cambio climático también aumentan de precio, el que provoca que los alimentos sean más caros», explica Reguant. De este modo, cuando los costes de distribución y comercialización también aumentan y acaba repercutiendo en el precio final. Así pues, no solo nos encontramos ante un aumento del precio por la falta de productos, sino que también se encarece la cadena de producción.

El turismo se convierte en un daño colateral

El BCE también alerta de la situación de riesgo en la que se encuentra el truismo, uno de los sectores más importantes por la economía del estado español. Así pues, el cambio climático también tiene un impacto en los viajeros. En este nuevo contexto, los cambios de tiempos bruscos ya no serán una excepción y el hecho de no poder planear con seguridad la meteorología durante unas vacaciones hará que disminuya el turismo, según afirma el estudio. Este cambio, que en el estado español no será tan notable como en otros países europeos, provocará que haya menos turistas, el que afecta directamente a la productividad del territorio, puesto que se necesitarán menos trabajadores en el sector servicios.

Otro de los efectos negativos del cambio climático que también relata el estudio será la productividad de los trabajadores en todos los sectores. No es ningún secreto que el calor reduce la productividad, sobre todo en países donde no estamos acostumbrados a altas temperaturas. En este sentido, el estado español se verá afectado por el incremento de temperaturas extremas que afectará directamente en la vida laboral de los trabajadores y se reducirá su productividad. Esta situación es especialmente peligrosa en los trabajos intensivos de exterior, como puede ser el campesinado o la agricultura. En estos casos, la productividad de los trabajadores se podría reducir sustancialmente. Esta situación también afecta por completo en el precio final de los alimentos, puesto que si la productividad se reduce y se necesitan más horas para hacer el trabajo, los gastos crecen.

Una nueva pieza clave, las energías renovables

El cambio climático también tiene un gran efecto en el modelo tradicional de generación de energía. Según explica Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima, «la actual situación de emergencia climática afecta directamente tanto a la producción, suministro y distribución de la energía como la resiliencia física de la infraestructura energética actual y futura». Y es que las olas de calor y sequías ya están poniendo a prueba el modelo de generación de electricidad existente, que además, representa casi el 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. «La apuesta por energías renovables y disminución de las emisiones serán claves para reducir estas emisiones», concreta Carles. Con todo, pues, las renovables tendrán que ser una pieza fundamental para cambiar un sistema que cada vez está más castigado por el cambio climático.

Aun así, el modelo de energías renovables tampoco es perfecto, puesto que es extremadamente sensible a los cambios en la meteorología. La directora de la Fundación Empresa y Clima asegura que «la industria de la energía renovable es particularmente susceptible a la volatilidad meteorológica» y añade que «se necesitan soluciones tecnológicas para hacer frente a los riesgos en este tipo de energía y que esta sea segura y rentable». De hecho, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos y afectan directamente tanto la producción como la seguridad energética. Un ejemplo que pone Carles es la dependencia completa del agua de la energía hidroeléctrica y nuclear. «Todavía hay que realizar más estudios locales para examinar la variabilidad climática en cada región, pero aspectos energéticos como la infraestructura de carga y transmisión se tendrán que adaptar para tener una respuesta ante estas contingencias», remarca la directora de la fundación internacional.

Més notícies
Notícia: El cambio climático, un factor de riesgo en el aumento de los precios de consumo
Comparteix
El BCE alerta de la peligrosidad del calentamiento global y como este puede jugar con la estabilidad de las grandes economías europeas, entre ellas el estado español
Notícia: La UE fija en un 42% el mínimo del consumo de renovables en 2030
Comparteix
La medida afectará tanto el consumo doméstico como la industrial
Notícia: Las renovables hacen tambalear el futuro modelo de negocio del petróleo catalán
Comparteix
Los pequeños propietarios aseguran que la transformación del sector no es inminente, pero será necesaria
Notícia: Europa pierde la carrera de las renovables contra la potencia industrial china
Comparteix
La Unión Europea llega tarde a la atracción de un tejido empresarial de valor para producir de manera soberana la energía verde

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa