La tasa Amazon ya está en vigor en Barcelona. Desde hace una semana, la Ajuntamente de Barcelona ha empezado a grabar la utilización del espacio público que hacen las grandes distribuidoras de comercio electrónico durante el reparto de mercancías y paquetería tanto a los domicilios como las oficinas. Concretamente, este nuevo instrumento fiscal graba el 1,25% de la facturación sucia derivada de los costes de reparto que ingresan los operadores, siempre que facturen más de un millón de euros en la ciudad.
De acuerdo con estas características, el Ayuntamiento estima que la tasa lo tendrán que pagar hasta 26 plataformas, de las cuales cinco concentran hasta el 62% del volumen de negocio en la capital, con, lógicamente, Amazon al frente. En total el Ayuntamiento prevé recaudar hasta 2,6 millones de euros con la nueva imposición. La tasa también se aplicará en el supuesto de que alguna empresa subcontrate la actividad a otras empresas o personas autónomas, pero la ordenanza dispone que lo tendrá que pagar el operador postal. Todo ello hace intuir que esta tasa, además de reducir el tráfico en Barcelona, también llevará a hacer la entrega de la última milla un sector mucho más sostenible, puesto que ahorrará muchos de los trayectos que se hacen hoy en día.
En esta línea la regidora de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interno y Hacienda del Ayuntamiento, Montserrat Ballarín, asegura al
La manera de cobrar la tasa también será por autoliquidación, es decir que las empresas y plataformas tendrán que presentar anualmente todas aquellas entregas hechas a domicilios. Estas se tendrán que presentar telemáticamente entre el 1 y el 30 de julio del ejercicio posterior al grabado. Es decir que el ejercicio 2023 se liquidará el mes de julio de 2024. Es por eso que, asegura Ballarín, quedarán afectadas todas las empresas que actúan a operadores postales, y que realizan carga y descarga a la vía pública con la finalidad de distribuir a los destinos finales indicados por los consumidores los productos adquiridos a través del comercio electrónico.
«Hacía falta un movimiento al mercado»
Ante la aprobación de la tasa, las empresas de logística de última milla se debaten entre sí la tasa acaba de ser del todo buena o no, aunque sí que coinciden que, desde la pandemia la evolución exponencial de las entregas del comercio electrónico suponía un problema. En esta línea el cofundador de Kanguro, Iván Lorca, asegura que «siente objetivos, alguien se tenía que mover en el mercado logístico«, y en este caso ha sido el Ayuntamiento. De hecho, asegura que a pesar de que la tasa no lo acaba de convencer era necesario un paso adelante, puesto que Barcelona tenía un problema con la evolución del comercio electrónico.
Por su parte, la CCO de Columat, Georgina Coll, asegura al
El sector empezaba a suponer un problema
Lorca también explica que la tasa demuestra que había un problema en el mercado y es el que intentaron anticipar para ofrecer una solución a todos los sectores con la creación de una red «masiva» de puntos de recogida en la ciudad de Barcelona. Por un lado, Lorca explica que su plataforma permite que las empresas no tengan que crear una red propia de puntos de recogida que también permite que todos los ciudadanos vayan a recoger sus paquetes, sea cual sea la empresa que le envía, al mismo punto. En segundo lugar, también recuerda que los comercios que se hacen punto de recogida con Kanguro, aparte de cobrar por cada paquete recibido, consigue un tráfico de personas al local que, asegura Lorca, acaban comprando algo allá.
La idea de Columat, explica Coll, también era solucionar el problema de la última milla en las grandes ciudades, puesto que en su caso también quieren crear una red de taquillas inteligentes por todo el país abiertos a todas las plataformas de ecommerce. De hecho, asegura que si las plataformas no construyen, o adhieren, en una red de puntos de entrega quizás acaban saliendo perjudicados porque es probable que los consumidores acaben optando por aquellas plataformas que no cobren la tasa. De hecho, precisamente esta es la voluntad de Columat, ayudar a las empresas a crear una red de puntos de recogida, puesto que dentro de unos años, asegura Coll, los puntos de recogida para paquetería, sobre todo las taquillas inteligentes, «serán nuestro día a día».
La tasa ayudará al negocio
Otro punto en el cual coinciden tanto Lorca como Coll es que el inicio de la aplicación de la tasa será beneficioso por sus negocios. Concretamente, los dos consideran que ayudará a impulsar el negocio, aunque sin ella era un sector en auge los últimos años. Coll considera que los efectos de la aplicación de la tasa se verán en los dos próximos años, pero en cualquier caso ayudará en el futuro de la empresa. Lorca, por su parte, considera que la tasa también ayudará aunque la tendencia marcaba ya de antes de que el sector estaba auge. De hecho, recuerda como en los países del norte de Europa las entregas fuera de casa ya representan casi el 90% y que es previsible que aquí acabe pasando el mismo.
Como se gestó la medida?
A todo esto hay que recordar que esta nueva medida aprobada por el Ayuntamiento nació antes de la pandemia, pero ha tardado tanto a ver la luz definitivamente sobre todo por cuestiones técnicas. Ballarín asegura que la preparación de la medida se han alargado tanto porque el gobierno municipal «quería apuntar bien a quién aplicaba la tasa». Con la aprobación de la tasa los operadores logísticos afectados se tendrán que dar de alta como operadores postales y entonces una vez al año tendrán que liquidar la tasa, que se calculó a través de un cálculo matemático basa en el coste del aparcamiento en la ciudad, explica Ballarín. Todo y estas dificultades, la regidora celebra que se haya podido aprobar y que la capital catalana sea «pionera» en este tipo de fiscalización.
Finalmente, la nueva tasa se aprobó con los votos favorables del gobierno, es decir Comunes y PSC, a quienes también se sumaron ERC -con quien el ejecutivo municipal pactó el nuevo tributo-, JxCat y, por sorpresa, Ciutadans. Por otro lado, PP, Valientes y la regidora no adscrita votaron en contra.