La crisis de la vivienda ha llegado por primera vez a una mesa de los líderes europeos que se han reunido este jueves en una nueva cumbre en Bruselas. El aumento de los precios tanto de compra como de alquiler, la reducción de la oferta de inmuebles de protección oficial, y la edad media de emancipación cada vez más alta son algunas de las cuestiones principales que rodean la problemática de la vivienda en toda Europa. Desde la Comisión Europea se constató la necesidad de actuar en este ámbito, elevando la cuestión a los altos estamentos de la Unión y creando la primera cumbre en Bruselas para abordar esta cuestión. Una ocasión que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha aprovechado para proponer la creación de un fondo europeo para construir vivienda protegida, entre otras medidas.
Aunque la UE tiene competencias limitadas en esta materia, el alcance de la crisis ha provocado llamamientos de varios países a una intervención desde Bruselas, que ha creado un nuevo departamento en el ejecutivo comunitario encargado de diseñar propuestas que ayuden a paliar la situación a nivel europeo. Entre los diferentes líderes europeos hay divergencia de opiniones respecto al rol que debe tener Bruselas en esta crisis y no se espera un acuerdo inminente en esta materia, pero el hecho de que se introduzca por primera vez en las esferas más altas es significativo.
Sánchez ha sido claro con su posición y ha asegurado que esta es “una cuestión central para el gobierno del estado español” y por eso ha puesto sobre la mesa la creación de un fondo europeo específico para la construcción de vivienda protegida. Además, también ha reclamado “medidas legales para frenar la especulación” inmobiliaria de pisos que no tienen uso residencial y “palancas” en la UE para poder actuar en zonas tensionadas.

Países Bajos e Irlanda recuerdan que la vivienda es competencia nacional de cada estado
Este posicionamiento tan claro de Sánchez ha encontrado opiniones diversas por parte de los líderes de Países Bajos e Irlanda. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, ha advertido que la vivienda es “una competencia nacional”, pero ha admitido que “muchas regulaciones” vienen de Bruselas y “también tienen un efecto” en el mercado de la vivienda. Por eso Schoof considera que es necesario “simplificar” la regulación que “asfixia a la comunidad empresarial” para que se pueda fomentar la vivienda. En esta línea también se ha posicionado Micheál Martin, líder del gobierno irlandés, que se ha quejado de los “marcos legales” europeos que están “inhibiendo” la capacidad de los países para hacer más infraestructuras y construir viviendas.
Aunque pocos líderes de los 27 estados miembro han mencionado la crisis de la vivienda antes de la cumbre, algunos dirigentes han agradecido que la materia se incluya en la agenda. El primer ministro de Croacia, Andrej Plenković, se ha mostrado especialmente interesado en la publicación del nuevo plan europeo para la vivienda asequible, que la Comisión Europea tiene previsto presentar a finales de este 2025. Plenković ha destacado su preocupación por la falta de vivienda y las desigualdades que esto conlleva en el país.

El diseño de las futuras políticas europeas en materia de vivienda
Aunque hasta ahora las acciones en materia de vivienda han sido muy limitadas por parte de la UE, el comisario de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen, puso en marcha a principios de año un equipo para comenzar a diseñar políticas europeas que aborden la crisis de vivienda. De entrada se han planteado tres medidas de choque que consisten en la duplicación de los fondos de cohesión disponibles, la flexibilización de las reglas sobre ayudas de estado para facilitar que se puedan financiar la construcción de viviendas y la creación de una “plataforma europea de inversión” en vivienda con el Banco Europeo de Inversiones.
