La Semana Santa podría ser la salvación de un sector que ha sufrido mucho esta temporada: las estaciones de esquí. Si bien es cierto que ha habido nieve, muchas se han visto obligadas a cerrar parte de sus pistas para estar en malas condiciones a causa de la escasez de lluvias y nevadas. Aun así, este fin de semana se espera que haya una mejora muy importante en el sector, puesto que después de días de lluvias y bajadas de temperaturas, las estaciones de esquí vuelven a estar en marcha y a las catalanas se esperan unas ventas de más de 100.000 forfaites durante los tres días. Port Ainé, Espot Esquí y Baqueira Beret han anunciado que cerrarán el día 7 de abril y Boí Taüll el 14, por lo tanto, todavía los quedan algunos fines de semana para remontar la que podría haber sido la peor temporada de esquí de la historia.
Las nevadas de los últimos días hacen que las estaciones presenten unas condiciones óptimas por la práctica del esquí y un paisaje muy blanco que se aleja del de las últimas semanas. Gemma Tost, responsable comercial de Port Ainé, ha dicho que los clientes encontrarán la mejor nieve de los últimos meses hecho que ha reactivado las reservas. Las altas temperaturas hacían que la nieve fuera «primavera» y ahora presenta unas condiciones «como la de enero». La ocupación por estos días de Semana Santa se prevé «muy buena» y se espera que sean muchos los esquiadores que se atrevan a surfear las pistas para hacer las últimas bajadas. Las estaciones acostumbraban a cerrar el Lunes de Pascua, pero este año muchas alargarán la temporada una o dos semanas más. En Baqueira Beret las últimas nevadas han permitido que la estación abre con más de 100 km esquiables y unas 70 pistas abiertas con grosores de nieve por encima de los 155.

Lleida se muestra esperanzada con las ventas
El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida prevé que durante el periodo de diez días de vacaciones de Semana Santa las estaciones de esquí del Pirineo puedan vender más de 100.000 forfaites, una cifra que se podría incrementar si el tiempo acompaña. La Semana Santa del año pasado se vendieron 60.000 forfaites, es decir, que todo y el mal tiempo, parece que todavía hay más personas que buscan no quedarse sin esquiar esta temporada.