La escalada del precio de los carburantes parece no tener final. A pesar de que antes del verano los precios se situaban lejos del récord de dos euros que se vivió durante los primeros meses de la guerra de Ucrania, la época estival los reavivó y han continuado ascendiendo sin pausa. De hecho, el precio sigue subiendo por undécima semana consecutiva, es decir, hace casi tres meses que los precios no frenan su escalada. Esto ha causado, entre otras cosas, un repunte del IPC catalán.
Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, durante la última semana la gasolina ha escalado hasta superar la barrera de los 1,75 euros el litro, un 0,92% más que la semana anterior. Este precio es lo más alto desde julio del año pasado, en plena crisis económica. Entonces incluso algunos economistas empezaron a hablar del «último verano» en el cual sería económicamente viable viajar para muchas familias. Después, la situación volvió a normalizarse, siempre sin llegar a las cifras anteriores a la crisis económica provocada por el ataque de Vladímir Putin en Ucrania. Esta bajada fue, en parte, gracias a la aplicación del descuento de 20 céntimos el litro fomentado por el gobierno español.

El diésel marca un nuevo récord que no se había visto desde febrero
En cuanto al diésel, la última semana también ha estado negativa para este carburante. El precio ha subido un 2% hasta lograr la cifra de 1,66 euros el litro. Esto supone un nuevo máximo desde febrero de este año. La causa de este encarecimiento del diésel y la gasolina que está ahogando muchas pequeñas empresas, autónomos y familias, se debe a la subida de precio del barril de Brent. Este barril es el tipo de petróleo de referencia a Europa, el que explica que el precio esté ascendiendo a todo el bloque comunitario. Habrá que ver qué medidas adoptará el gobierno español si los precios continúan al alza, una lacra económica que amenaza de ir por largo.