La inflación a la eurozona durante el mes de junio se ha situado en el 2,5% en junio, una décima menos que en mayo. De este modo, la tasa vuelve a seguir una tendencia a la baja, después de que el mes pasado experimentara un ligero repunte de dos décimas. La razón principal de la bajada es la estabilidad del carburante y de los bienes industriales, mientras que el sector de los servicios continúa siendo el impulsor principal de la tasa.
Según los datos publicados este martes por el Eurostat, los servicios continúan siendo la principal fuente del aumento de los precios de la eurozona después de encarecerse un 4,1% en términos interanuales. De este modo, el junio del año pasado no había estas cifras tan disparadas. Paralelamente, otra de las preocupaciones principales es el aumento del precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, que han vuelto a subir al mes de junio un 2,5%. Por el contrario, el precio de los bienes industriales (+0,7%) y la energía (+0,2%) se mantiene relativamente estable. En los mismos datos también se ha podido ver que la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco- se ha mantenido uno el 2,9%, el que continúa siendo un dato suficiente preocupante, teniendo en cuenta, pues, que los únicos productos que se mantienen estables son los carburantes y la energía.

La tasa española, por debajo la europea
En el Estado, la tasa de inflación se mantiene por sobre la media de la eurozona, concretamente en el 3,5%. La cifra española de junio es tres décimas superiores a la de mayo y, por lo tanto, se rompe con la tendencia a la baja que se había percibido en los últimos meses. En cuanto a los países, el estado español continúa teniendo una de las tasas más altas de la zona euro. En concreto, ocupa la segunda posición, solo superada por Bélgica (+5,5%).