La tensión en el mercado hipotecario está cerca de disiparse por completo. Después de dos años de complicado acceso a los préstamos para comprar una vivienda debido a la dura política monetaria impuesta por el Banco Central Europeo, el Euríbor recupera una clara tendencia descendente. Este mes de noviembre, la tasa de préstamos interbancarios cae al 2,5%, un mínimo que no se alcanzaba desde el otoño de 2022, coincidiendo con las primeras subidas de tipos de interés. Esta rebaja puede llegar a garantizar una reducción de la cuota hipotecaria mensual de hasta 135 euros para los usuarios que deban revisar su préstamo. Así, las nuevas condiciones pueden llegar a restar hasta 1.600 euros anuales al gasto de las personas hipotecadas.
Así, el mercado hipotecario europeo constata su retorno a la normalidad después de dos años en niveles del costo del crédito elevadísimos. Cabe recordar que en los peores momentos de la crisis inflacionista, cuando el BCE culminó el ciclo de endurecimiento monetario, el Euríbor llegó a rozar el 4,2%, haciendo estallar los bolsillos de los endeudados. La flexibilización se comenzó a notar con los ligeros retrocesos de finales del año pasado, pero la tasa de préstamos se ha mantenido estancada durante todo el presente curso alrededor del 3,5%. Desde el pasado mes de julio, sin embargo, las decisiones del instituto emisor han provocado un marcado cambio de tendencia, y la caída, por el momento, no tiene freno. Los analistas hipotecarios, de hecho, apuntan a descensos aún más pronunciados para finalizar el curso. Según Simone Colombelli, director de hipotecas del comparador hipotecario iAhorro, «se prevé que pueda cerrar el año alrededor del 2,3 o 2,35%».

A la espera de Frankfurt
El mismo Colombelli, sin embargo, llama a la calma en cuanto a las estimaciones de cara al 2025. Los movimientos del costo del crédito hipotecario dependerán en buena medida de «las decisiones que tome el BCE respecto a los tipos de interés oficiales». La inflación, cabe decir, se mantiene en tasas bajas, muy cercanas al umbral objetivo del 2%; y la subyacente -que excluye los elementos más volátiles de la cesta de precios, la alimentación no procesada y la energía- baja, aunque lo hace sin prisa. De esta manera, los mercados se muestran optimistas respecto a los anuncios que pueda hacer la presidenta Christine Lagarde. Fuentes financieras, de hecho, descuentan retrocesos del precio del dinero del 0,25% en las próximas tres reuniones del consejo de gobierno del regulador -previstas para mediados de diciembre, finales de enero y principios de marzo-. Incluso, aseguran, «hay la posibilidad de alguna bajada de 50 puntos básicos».
Así, los clientes hipotecarios encontrarán un importante alivio en sus próximas revisiones; y la nueva demanda escalará de acuerdo con la tendencia, según prevé el mundo inmobiliario. Las tasas, cabe decir, se mantendrían en los niveles actuales durante todo el mes de diciembre; y sería a partir de la rebaja de enero que volverían a caer los precios de los préstamos para la adquisición de la vivienda. Tal como indica Colombelli, «se prevé un mercado plano hasta Navidad y, a partir del inicio del año, nuevas bajadas en el precio de las hipotecas». Los datos, sin embargo, demuestran que el comprador ya ha dado, en muchos casos, el salto a la compra: durante el pasado mes de septiembre, según constata el último informe del Instituto Nacional de Estadística, la firma de hipotecas se habría disparado por encima del 32% año a año. «Los ciudadanos se animan a financiarse cuando el contexto económico es favorable, lo que seguramente mejorará aún más el 2025», concluye el experto.


