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Sant Jordi se sobrepone a la inflación con una edición que «batirá récords»

El día de Sant Jordi es uno de los más esperados por los libreros y los floristas. La fiesta catalana que celebra el amor por la lectura y las personas es el momento donde la ciudadanía se gasta más dinero en la compra de libros y rosas, los productos emblemáticos del día. Después de años marcados por la pandemia y las consecuencias de la guerra de Ucrania, las perspectivas de ventas de Sant Jordi parecen ser muy buenas. De hecho, libreros, floristas y autoridades aseguran que la fiesta «batirá todos los récords» y pondrá fin en los últimos años de incertidumbres en las ventas. «Las previsiones son que este año se mantengan los números del año pasado, que fueron muy buenos», explica Èric del Arco, presidente del Gremio de Libreros, que concuerda con la opinión de Mercabarna-flor, donde el responsable de flores, Miquel Batlle ya asegura que «se venderán una cifra aproximada de 6 millones de rosas durante la fiesta».

La inflación ha tenido los sectores preocupados hasta el último momento, puesto que el aumento de los precios puede comportar a una bajada de la demanda, es decir, que la gente deje de comprar. Aun así, parece que Sant Jordi podría ser una excepción a este fenómeno, puesto que tanto tels floristas como los libreros esperan llegar al nivel de ventas del último año. «Primero que era domingo, después el Barça y finamente la subida de precios, pero nunca acabarán con el Sant Jordi», explica uno de los mayoristas de rosas instalado a Mercabarna-flor. No quiere dar su nombre, pero asegura que hace más de treinta años que se dedica a la venta de flores y «nunca ha tenido problemas por Sant Jordi».

El mismo pasa con los libros. Según parece, la pasión para la lectura no ha desaparecido, o al menos esta es la visión que tiene el presidente del Gremio de Libreros, quienes asegura que «el lector ha entendido que la inflación nos ha afectado a todos y no hay más quejas que las normales». Aun así, Del Arco continúa insistiendo que Sant Jordi es una festividad que no pasa de moda y que la gente quiere comprar libros, sin hacer demasiado caso de su precio. «El Sant Jordi se presenta bien, con mucha oferta y variedad y libros por todo el mundo», dice el presidente del gremio que asegura que para Sant Jordi «las librerías son llenas de libros, tanto de novedades como de fondos y creemos que todo el mundo puede encontrar el libro que necesite o quiera regalar».

La crisis del papel deja secuelas en el precio de los libros

Pero, no todo son flores y violas por la fiesta catalana. De hecho, la incertidumbre que ha llevado a todos los sectores en un estado de mucha fragilidad no ha pasado desapercibida en los libros. La crisis de materias primas que hizo subir los gastos de toda la industria también afectó el papel, sin duda una de las partes más esenciales por el sector del libro. A pesar de que la crisis ha amainado y ya no hay peligro de quedarnos sin eles páginas de nuestras novelas preferidas, hay ciertas secuelas que impregnarán esta fiesta. Una de ellas, tal como anuncia Del Arco es el precio de los libros. «A pesar de que el precio del papel puede haber bajado, mientras tanto sube la energía y los costes laborales y alquileres», lamenta.

Y es que, todas las partes de la cadena de distribución del sector de los libros han quedado afectadas por esta crisis. Si a esto se le suma la inflación que llevamos viviendo durante el último año, parece que las perspectivas no son buenas en términos de precio. Aun así, el presidente del gremio de libreros insiste que esto no para a la gente que quiere regalar un libro para Sant Jordi. «Es una regla general de la economía que aquello que ha subido no acostumbre a bajar, o al menos que recupere el precio anterior», reconoce Del Arco, que añade que «la inflación es un fenómeno que acompaña las sociedades al largo de la historia y no creo que el sector del libro lo cambie.»

Las rosas de Sant Jordi no son catalanas

La otra estrella de la corona de la fiesta de Sant Jordi es la rosa. La flor de la festividad también es la gran protagonista, a pesar de que con los años se ha ido modernizando. Según explica Alcalde, hay tres clases de rosas en el podio de las más vendidas. Las rojas Freedom, de Latinoamérica; las Red Naomi, de Holanda; y las Explorer se han convertido en las preferidas del público. Aun así, ninguno de las tres variedades es catalana, puesto que las rosas han dejado de ser un cultivo principal al país y de hecho, tal como explica el responsable de flores de Mercabarna, «quedan muy pocas explotaciones de rosas aquí».

Por este motivo, la importación se ha convertido en la única manera de tener suficiente producto por la fiesta. Alcalde asegura que Colombia se mantiene como primer proveedor de rosas del Sant Jordi, con el 62% del total. A bastante distancia está Ecuador (20%) y Holanda (15%). Así pues, las flores de producción local representan únicamente un 3% de las ventas por el cierre de explotaciones y la carencia de relevo generacional a los viveros, tradicionalmente situados al Maresme y Tarragona.

En cuanto al precio de las flores, los responsables de Mercabarna-flor no quieren entrar en detalles, puesto que aseguran que «una rosa de calidad se tiene que pagar», en palabras de Alcalde. A pesar de que hablan de tendencias, continúan añadiendo que la rosa roja es la preferida, pero que el envoltorio ya no será de plástico sino de papel o ropa, puesto que «la sostenibilidad también se ha convertido en una parte muy importante de la fiesta», afirman desde el mercado.

Con todo, pues, se espera un Sant Jordi de precios más elevados, pero sin que esto implique menos afluencia de gente. Las rosas y los libros continuarán siendo la estrella de este día, que a pesar de que caer en domingo y con cierta probabilidad de lluvia, tanto floristas como libreros ponen la mano al fuego que Sant Jordi será todo un éxito.

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