La Generalitat destinará 59 millones de euros en dos años para instalar placas fotovoltaicas en unos 600 edificios públicos de su propiedad. Para hacerlo, el Gobierno catalán ha aprobado la transferencia del dinero a la empresa pública la Energética, que será la encargada de materializar las inversiones. El objetivo es priorizar centros educativos y sanitarios, comisarías y otros edificios que cumplen las condiciones técnicas para instalar cubiertas solares. “Tenemos que avanzar hacia la autosuficiencia”, ha dicho la portavoz del Gobierno catalán, Patrícia Plaja.
El Gobierno también ha acordado ceder a la empresa pública la gestión de las 120 instalaciones que ya están en marcha –por las que solo cobrará por el coste de mantenimiento– y que suman 17,6 MW. La energía que se produzca en las cubiertas servirá para cubrir las necesidades de cada edificio y, en el supuesto de que haya excedente, lo cederán gratuitamente a familias vulnerables que tengan el bono social eléctrico y vivan a un máximo de dos kilómetros a la redonda.
La Generalitat quiere cubrir su gasto energético
En total, con estos nuevos 600 cubiertas el Gobierno quiere llegar a producir 77 MW, un tercio del potencial energético máximo que tienen los edificios de la Generalitat, que podría llegar a 200 MW o 250 MW en 2030. Esta energía serviría para dar servicio a todo el consumo de la administración catalana, pero no para todo el sector público –incluidas empresas y entes dependientes–, que requiere el doble de producción, unos 500 MW.
La Energética invertirá 59 millones a través de Infraestructuras de Cataluña en la instalación de las cubiertas solares, de los cuales 19 millones serán este mismo año –de los 25 millones de presupuesto que tiene la empresa– y en 2024 se destinarán los 40 millones restantes. Infraestructuras está elaborando una base de datos con los edificios más indicados para instalar placas solares entre un censo de casi 1.500 inmuebles de la Generalitat.
