El comercio internacional ha experimentado en los últimos meses un cambio donde la incertidumbre de las decisiones políticas en materia de intercambios entre países se ha convertido en la nueva normalidad. En este contexto de inseguridad conjunta, las exportaciones catalanas frenaron su crecimiento durante el mes de abril, cuando cayeron un 4,6% en comparación con el mismo período del año pasado, según los datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Pero entre los sectores que más exportaron el cuarto mes del año se encuentran los productos de alimentación, bebidas y tabaco, que crecieron un 3,2% respecto al mismo mes del año anterior, junto con los productos químicos y los bienes de servicio, que también vieron un aumento. Con este crecimiento, se consolidan los buenos datos de los primeros cuatro meses de 2025 en productos del sector agroalimentario catalán, con un incremento del 6,33% según los datos de Prodeca, la Promotora de los alimentos catalanes, que se ha fortalecido en este inicio de año inestable.
Precisamente fue en el mes de abril cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estableció aranceles del 20% para los productos de la Unión Europea que entraran al país norteamericano. Aunque la medida duró menos de diez días, hasta que la suspendió por tres meses, este período fue suficiente para tambalear las bolsas estadounidenses y hacer sufrir a todas las empresas catalanas que habían encontrado en la economía americana un buen mercado donde expandirse, como las alimentarias. De hecho, el agroalimentario catalán escaló en los primeros tres meses del año cerca de 20 millones de euros, por eso desde Prodeca celebran los buenos datos del primer cuatrimestre y son prudentes al evaluar los efectos del terremoto comercial que ha causado Estados Unidos: “Hasta que no veamos un cambio de dinámica consolidado en unos meses no podremos sacar buenas conclusiones”, explica Dèlia Perpiñà, directora de Prodeca. En esta línea también se encuentra Francesc Reguant, presidente de la Comisión de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas, que afirma que “el efecto Trump” en el sector agroalimentario catalán se encuentra actualmente más centrado en el miedo a cuáles pueden ser las próximas decisiones del presidente de los EE.UU. “Ver oscilaciones en productos concretos no establece ninguna tendencia, creo que las afectaciones graves a las exportaciones aún no se han producido”, añade Reguant.

El ‘fine food’ catalán sigue en auge
Por productos, los que han visto más crecimiento han sido aquellos llamados fine food, como los dulces, el cacao, los snacks y aperitivos, o los platos preparados, entre otros, que han visto en conjunto un crecimiento de más de 421 millones de euros en un año, un 26,21% más en valor durante este primer cuatrimestre. A pesar del éxito que se observa en estos artículos catalanes alrededor del mundo, el vino y el aceite fueron los sectores más afectados en abril. Más concretamente, las exportaciones de aceite de oliva disminuyeron un 43,90% en valor en el conjunto de los primeros cuatro meses del año, una reducción marcada también por los cambios de precio que se han visto en este producto. En cuanto al vino y el cava, este cuatrimestre se ha exportado un 19,97% menos de vino, lo que equivale a unas pérdidas de unos 25 millones de euros comparados con los datos de exportaciones de 2024. El cava catalán es el que se ha visto más afectado, con una reducción de un 24,72% en el valor de las exportaciones. En este sentido, Perpiñà apunta que en el sector del vino y el cava sí se observa una tendencia más prolongada -anterior a los efectos de Trump- sobre el descenso en el consumo, incluso en mercados consolidados a lo largo del tiempo. “Es un sector que se encuentra en transformación y que debemos seguir de cerca para ver cómo afectan estos cambios”, añade.
Por parte de los productores catalanes, los próximos días y meses se viven con “tensión”, asegura Reguant, para ver cómo un mercado tan relevante como los Estados Unidos disminuye su demanda. Según los últimos datos de exportaciones agroalimentarias de Cataluña, los EE.UU. aparecen en séptima posición como país donde más se destinan bienes alimentarios catalanes, pero se teme cómo este hecho puede cambiar. En concreto, durante los primeros cuatro meses de este año llegaron al país norteamericano exportaciones por valor de más de 195 millones de euros, unas 37.139 toneladas en total. En este sentido, Perpiñà asegura que desde Prodeca trabajan con una estrategia de diversificación “más acentuada” desde inicios de año. “Cataluña exporta productos alimentarios a 198 mercados, donde sigue destacando la Unión Europea con un 62% del total. A pesar de la problemática actual, los EE.UU. son un mercado clave donde se debe seguir trabajando, pero no dejamos de mirar a otros países con éxito como China, Japón o zonas como Oriente Medio”, explica Perpiñà.

La clave de la diversificación de mercados
De hecho, Reguant asegura que esta situación generada a raíz de las políticas proteccionistas de Trump ha generado nuevas oportunidades. “Nos hemos encontrado, de manera anecdótica, que otros países que antes no aceptaban nuestras exportaciones, ahora se han convertido en nuestros clientes como muestra de rechazo a hacer negocios con los EE.UU.”, explica Reguant, que señala que, aunque este hecho se da solo de manera puntual, es un indicador de que es necesario seguir diversificando las exportaciones catalanas y abriéndose a nuevos mercados.
Desde Prodeca, aseguran que “ahora es necesario poner aún más en valor el producto catalán y reforzar su promoción”. “Debemos explicar bien quiénes somos en el mundo y trasladar toda la calidad y el significado que hay detrás de cada producto”, subraya Perpiñà. En este sentido, Reguant también destaca la importancia de todos aquellos productos catalanes de calidad y que sean difíciles de sustituir para que puedan “resistir los cambios” que se esperan.
Aunque las negociaciones entre Washington y Bruselas continúan, después de la última propuesta de Trump, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que “todas las opciones continúan sobre la mesa” en materia de acuerdos, y destacó que defenderán «los intereses de los europeos”. Con todo, el inicio del mes de julio se presenta con incertidumbre, con la fecha del 9 de julio como día en el que pueden volver a instaurarse los aranceles del 20% en los bienes de la UE, cuando termine la moratoria de tres meses.