El mercado de la vivienda de lujo continúa en auge en Cataluña, consolidándose cada año con más operaciones en este segmento del mercado y con precios cada vez más elevados. En este sector, Barcelona y la Costa Brava son los territorios del país que más llaman la atención a los compradores e inversores de este segmento del parque de viviendas. De hecho, entre estas dos zonas se concentra la gran parte de la oferta de vivienda de lujo en Cataluña, con un 95% de las viviendas de más de un millón de euros, según datos del portal inmobiliario Idealista. En el conjunto del Estado, esto supone un 17% de las viviendas de lujo que superan este precio. Además de tener una oferta destacada en el sector, la demanda de este tipo de vivienda, como sucede con la tradicional, sigue incrementando. La zona de Barcelona y la Costa Brava concentran, junto con Madrid, el 50% de la demanda de inmuebles de alta categoría de todo el Estado, según un estudio de la empresa inmobiliaria Walter Haus. Estos movimientos en el mercado inmobiliario plantean un nuevo escenario en el sector de la vivienda, que encuentra en Cataluña un mercado del lujo “muy activo y atractivo”, según explica Damian Hecht, socio de Walter Haus.
A pesar de ser los dos focos principales en cuanto a la vivienda de lujo, la capital catalana y el Empordà presentan diferencias tanto en la oferta como en los perfiles de compradores e inversores que se encuentran. En la capital catalana, donde la construcción es “más restrictiva”, las inversiones del sector se han centrado en la rehabilitación de pisos en los últimos diez años, apunta Hecht. De esta manera, la vivienda en zonas como Pedralbes y el Eixample han atraído compradores de toda Europa, procedentes de Francia, Alemania o Países Bajos, que buscan un proyecto de remodelación o una “segunda residencia intensiva”, explica Elizabeth Hernandez, directora asociada de la inmobiliaria Valords. Aunque también hay compradores de Estados Unidos que llegan a la capital catalana, este no es el público mayoritario. De hecho, Hernandez señala que la suspensión de las “golden visa” -el visado que consiguen los ciudadanos extracomunitarios en el estado español con la compra de una vivienda de 500.000 euros- a principios de 2025 no ha tenido efecto porque suponían “al votante del 1%” de las compras en Cataluña. De forma más residual se encuentran compradores catalanes, que dan el salto para convertir su vivienda habitual en una que se considera de lujo.

Este perfil de compradores de lujo suelen tener la capacidad para hacer las compras al contado -aunque también aprovechan situaciones como la actual con el bajo tipo de interés para concertar préstamos-, lo que constituye un mercado de inversión “resiliente” y estable durante los años, que “se ha consolidado sobre todo con la llegada de extranjeros” apunta Hernandez. Actualmente, la oferta del segmento ‘premium’ de vivienda en la capital catalana puede llegar hasta los 10.000 euros el metro cuadrado, similar a los precios que se encuentran en Madrid, según datos de Walter Haus, lo que certifica que el mercado del lujo en Barcelona es el más consolidado de toda Cataluña.
El interior del Empordà llama la atención al sector del lujo
Por otro lado, la Costa Brava ha visto un impulso en este tipo de vivienda en los últimos cinco años, según apuntan desde el sector. En este caso, la demanda de clientes catalanes es más significativa que en Barcelona y representa casi la mitad de las compras que se hacen de casas de lujo. Aun así, los compradores extranjeros también tienen un peso relevante. De hecho, durante el 2024 las compras de extranjeros en la demarcación de Girona se situaron en el 27%, mientras que la media de Cataluña se encuentra en el 16,5%, según los datos del Colegio de Registradores. En estas cifras se encuentra también la vivienda de lujo, que recoge perfiles de compradores franceses y del norte de Europa. En los municipios de costa estas ventas se concentran en localidades como Begur, Llafranc, S’Agaró y Calella de Palafrugell, además de Cadaqués, que a pesar de estar más al norte del país tiene una gran demanda por la oferta limitada que se encuentra, lo que hace subir el precio de las viviendas. Además, el Empordà también está viendo cómo crece el interés en las masías que se encuentran en el interior, que ven un incremento de su valor a través de los proyectos de rehabilitación. En esta zona se busca una propiedad que ofrezca “más tranquilidad” pero siga siendo cercana a las zonas de costa.

A pesar de estas diferencias entre las dos zonas que más transacciones concentran, el conjunto de Cataluña suele atraer a compradores extranjeros que provienen del norte de Europa, mientras la tendencia es diferente en el resto del Estado. En este sentido, Hecht destaca la proximidad de Cataluña con el resto de Europa, el clima y la cultura catalana, que “se ve muy europea”. Además, factores como la oferta gastronómica y los precios disponibles, más económicos que los de su país de origen, también destacan como factores para atraer compradores europeos. En cambio, en zonas como Madrid y la Costa del Sol el perfil internacional suele ser hispanohablante proveniente de Sudamérica, donde buscan “el confort de vivir en una gran ciudad y la seguridad jurídica”, añade Hecht.
El precio del lujo continuará en aumento
El conjunto de estos factores concentran en Cataluña un mercado de vivienda de lujo que sigue en auge y donde las grandes transacciones que conllevan las compraventas de real estate destacan en medio de un mercado residencial tensionado por la dificultad de acceso a este. En este sentido, se espera que el precio de los inmuebles ‘premium’ continúe aumentando en Barcelona, en línea con la oferta de otras ciudades europeas, con una oferta que sigue siendo escasa. De hecho, la capital catalana se encuentra entre las quince ciudades del mundo donde más ha crecido la vivienda de lujo durante el primer semestre del 2025, según un informe de la consultora Savills. Desde el sector se apunta, sin embargo, a una problemática a la que todo el sector se enfrenta: la falta de suelo. En concreto, se señala a la falta de suelo urbanizable, y se hace un llamado a repensar la ordenanza en zonas como el distrito 22@ o la Zona Franca, que podrían suponer un cambio en el mercado de la vivienda y del lujo en Barcelona.