Sant Jordi volverá a caer en un día laborable. A pesar de ser una desventaja para los consumidores, que prefieren pasear por las largas calles de los municipios catalanes mirando libros, los tenderos aseguran que el gasto es mayor estos días, así como la actividad. Las previsiones de Mercabarna-flor confirman, pues, que este año volverá a batir récords, con un total de siete millones de rosas vendidas, un 20% más que el año pasado. «Se venderán un millón más de rosas más», ha explicado Jordi Valls, director general de Mercabarna, durante la rueda de prensa de este miércoles por la mañana sobre previsiones de ventas. En cuanto al precio, las rosas no son ajenas a la inflación y su precio empezará a los cuatro euros e irá subiendo dependiente de la tipología, medida y accesorios de la flor. Por otro lado, pero, este será el último año de la rosa catalana, puesto que los pocos productores que quedan en el Maresme han decidido cesar con su producción.
«El 30% del volumen total de las rosas que se vienen en Cataluña se reparte por Sant Jordi», ha asegurado Valls, quien ha dicho que es una cantidad muy significativa para «venderse en tan solo un día». Así pues, ha reiterado la importancia de la rosa por San Jorge y ha reconocido que del total de rosas que se venderán, aproximadamente 2,3 millones salgan de Mercabarna-flor. En total, pues, repartidas por Barcelona habrá unas 4.200 paradas de venta de rosas. «Será un San Jorge mucho más multitudinario», ha aseverado el director general del organismo.

En cuanto a la venta de rosas, los precios empezarán con cuatro euros e irán aumentando a medida que las rosas sean más exóticas o tengan algún accesorio. Según las previsiones de Mercabarna-flor, el 80% de las rosas que se venderán serán rojas, puesto que es la más relevante por Sant Jordi. Aun así, el 20% restante serán otros colores. «Los catalanes prefieren la rosa
La rosa nacional deja de existir
Desgraciadamente, en Cataluña ya no hay cultivos masivos de rosas, puesto que las producciones extranjeras se han llevado una gran parte del mercado. De este modo, solo un 2% de la producción es nacional y según reconoce Batlle, «en Cataluña será el último año que tengamos rosas autóctonas, porque no sale por anticipado». De hecho, los mismos pocos productores han explicado al presidente del gremio de mayoristas de Mercabarna-flor que la situación ya no sale rentable y, por lo tanto, a las rosas catalanas los quedan los días contados. Paralelamente, las importaciones que más crecen son las de Colombia, donde actualmente se compra el 63% de las flores. En según posición hay Ecuador con un 15% y finalmente Holanda, con el 20% del total.