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Arantxa Goenaga: «Si tu tuvieras 50 opciones para alquilar un piso, ¿cuál elegirías?»

En Barcelona –en general, en toda Cataluña– alquilar un piso es un infierno. La sensación general es que los precios no dejan de subir y que los barrios se despueblan de los vecinos de toda la vida. Los jóvenes no pueden asumir el costo de un alquiler con sus sueldos. Tampoco pueden afrontar una hipoteca. Y todo esto ocurre cuando el Parlamento de Cataluña, el Parlamento español, nuevamente el Parlamento de Cataluña y los ayuntamientos no dejan de legislar y aprobar normativas y ordenanzas para evitarlo. No se evita nada, aquí. Este universo, lleno de contradicciones y de buenas intenciones fallidas, es un jeroglífico que no entiende nadie. O quizás sí. Quizás alguien entiende algo. Como Arantxa Goenaga, abogada, mediadora inmobiliaria y socia de AF Legis.

¿Qué pasa en Cataluña –y sobre todo, en Barcelona– con los alquileres? En síntesis.

En síntesis, creo que se juntan muchos factores. El primero, mucha población quiere vivir en Barcelona, y no en los alrededores. Hay más demanda, que se combina con menos oferta. ¿Por qué? Porque la legislación cada vez es más restrictiva para el propietario. Todavía arrastramos la normativa de la covid, de hace cinco años. Y suspensiones judiciales también de hace cinco años. Los propietarios, pues, cuando alquilan, si todo va bien, perfecto, pero cuando el inquilino deja de pagar o cuando quieren resolver el contrato del piso, porque quieren dedicarlo a otra cosa, ahí llega el problema. En el caso de los inquilinos, muchas veces se quieren ir pero no encuentran otro lugar. Entonces entramos en un conflicto en el que las partes no pueden llegar a un acuerdo porque no hay una oferta alternativa. Cuando pasa todo esto, el propietario piensa: “Cuando recupere el piso no lo volveré a alquilar”. Hay un factor muy importante, desde mi punto de vista, que hay que tener en cuenta: aquí no hay muchos grandes tenedores, sino pequeños propietarios…

¿Cuál es el porcentaje entre grandes tenedores y pequeños propietarios?

Hay estudios que dicen que el 90% en España son pequeños propietarios.

¿Algún estudio hace referencia al caso de Cataluña?

No lo sé, pero sabemos que se concentran, sobre todo, en las grandes ciudades. Por mi experiencia personal, por el tipo de clientes que tengo, la mayoría son pequeños propietarios. Tengo algunos grandes –en algunos casos con 200 pisos, con 400…–, pero precisamente estos son los que menos procedimientos judiciales ponen. Aguantan que los inquilinos les paguen menos porque intentan evitar cualquier conflicto judicial. Buscan gente que pague menos, pero que sea más segura.

Quizás porque un gran tenedor sabe que, si llega a los tribunales, tiene las de perder…

Sí y no. Pierde más, sí, en el sentido de que tiene que hacer muchos más trámites, más recorrido burocrático y, evidentemente, le pueden imponer un alquiler social. Pero la realidad es que, si no te pagan, no te pagan, y esa persona tiene que irse. Pero, como tienen que soportarlos tanto tiempo, el gran tenedor puede acabar aceptando un alquiler social. Al final, cuando alguien tiene propiedades, para alquilar o para vender, lo que busca es la rentabilidad.

Si usted fuera un gran tenedor, ¿compraría pisos en Barcelona?

[Sonríe]. Yo creo que sí.

¿A pesar de todo?

A pesar de todo. Porque entendería que al final la legislación será un poco más paritaria. Mientras tanto, hay que ser muy selectivo cuando alguien escoge un inquilino. Este es otro de los problemas. Si tienes cincuenta personas que quieren alquilar tu piso, ¿a quién eliges? La que tiene más renta, unas condiciones económicas más estables, una familia más sólida… Esto perjudica a los que precisamente son más vulnerables, a los que deberíamos proteger. Estos son los que al final no pueden alquilar.

¿Quiénes son los grandes tenedores en Cataluña? ¿Los bancos? ¿O los bancos se deshicieron de todo el parque inmobiliario tras la burbuja?

Los bancos. Tienen estas sociedades, estos fondos buitre, que forman parte.

¿Unos fondos que compran pisos?

No, no. Les llegan de las ejecuciones hipotecarias. Después, intentan venderlos, pero se encuentran con el problema de la okupación. Al final tienen tantos pisos, que no los gestionan bien. Entonces los okupan y son las comunidades de propietarios las que tienen los problemas que se derivan.

No entiendo el precio de los pisos en Cataluña. Debe de ser el único territorio del Estado donde se aplica la nueva ley del derecho a la vivienda, que los limita mucho…

El primer problema es que hay dos índices de precio de alquiler. El español y el catalán. Y casualmente no coinciden. El español habla de los metros construidos y el catalán, de los metros útiles. El español da una horquilla. Puedes alquilar desde 900 a 1.200 euros. Por el contrario, el catalán te dice el precio por metro cuadrado útil y establece un índice mínimo, uno medio y uno máximo. Normalmente, se toma el medio. Pero esta es la primera discrepancia, porque son dos índices que tenemos que aplicar.

Pero aquí se debe aplicar el catalán…

En teoría deberías aplicar ambos. Es uno de los errores de la ley del derecho a la vivienda. Es una ley de base que deben desarrollar las comunidades autónomas. De hecho, hay resoluciones que el Parlamento ha dirigido al Estado y que yo sepa aún no han tenido respuesta. Resoluciones donde preguntan por qué el ministerio de Justicia ha hecho este índice de precios cuando ya habían pactado que regiría el de Cataluña. ¿Y si hay una discrepancia, cómo se soluciona? No lo han resuelto. Y tampoco han resuelto el caso de los pisos de más de 150 metros cuadrados. Estos pisos no se pueden calcular con el índice de precios español. Hay vacíos que, dos años después de la aprobación de la ley, no ha cubierto nadie.

Arantxa Goenag, advocada. Barcelona 15.09.2025 | Mireia Comas
«¿Todos los propietarios son unos delincuentes? ¡Nooo! ¡Ni de lejos!» | Mireia Comas

A pesar de esto, en aplicación estricta de la ley, como se hace en Cataluña, los precios de los alquileres deberían ser más o menos asequibles.

Razonables, sí.

Entonces, ¿por qué hay esa sensación generalizada de que los alquileres son altísimos y que suben cada vez más? ¿Para qué sirve tanto índice? ¿O es que los propietarios se saltan la ley?

Se saltan la ley, sí. Por ejemplo, hacen muchos contratos temporales. Por eso ahora han hecho la normativa sobre este tipo de contratos. Mucha gente alquila un piso como vivienda habitual y le hacen un contrato temporal. Entonces ya no hay esa limitación. Las inmobiliarias y los particulares que alquilan han jugado mucho con esto. Con sanciones, la Generalitat intenta ahora que eso no ocurra.

¿Se cree usted esta percepción que se ha extendido según la cual todos los propietarios y todas las inmobiliarias son unos delincuentes?

Nooooo. Ni de lejos.

En caso contrario, defendería usted delincuentes…

Bueno [ríe], los abogados defendemos a nuestros clientes. Pero es que eso no es verdad. No todos los propietarios son delincuentes. Y también es verdad que hay muchos inquilinos que delinquen cuando deciden dejar de pagar. Este es un mercado donde todos buscan su propio beneficio. Pero, muuuuuchos propietarios y muchas inmobiliarias buscan la legalidad y no la vulneran. Al final, son cuatro los que se la saltan, pero los veinte restantes no lo hacen.

Sigo sin entender, entonces, por qué tanta gente se queja de los precios de los alquileres, por qué tanta gente dice que son un infierno…

También, eh… Pero, según me explican las inmobiliarias, esto se convierte en un infierno porque publicitan un piso en un portal y en diez minutos han recibido cincuenta llamadas. Es lo que decíamos antes. Como hay cincuenta personas que quieren ese piso, seleccionaré una que me adelante un año de renta como fianza. Sí se respetan los contratos, pero si te hacen uno de cinco años, te pedirán más fianza, más garantía adicional.

¿Qué hace el propietario que no quiere alquilar un piso con la legislación actual o con el riesgo de que sea okupado sin ninguna garantía de una acción legal rápida?

Lo mantiene en barbecho. Tengo clientes que, sencillamente, esperan. Y yo les digo que eso no les sale a cuenta. Siempre sale a cuenta tenerlo alquilado con menos renta pero con la seguridad de que otros no te lo okuparán. Pero hay mucha gente que no quiere.

Habla del okupa a la brava. ¿Qué pasa con el inquilino que también acaba okupando el piso porque deja de pagarlo? La ley lo protege…

Sí. Puede estar un año sin pagar. A este fenómeno lo llamamos inquiokupa. Hace tres o cuatro años, cuando no era tan frecuente, recuerdo un caso escandaloso. El inquilino era un profesor de escuela. Pagó la fianza, los honorarios de la inmobiliaria y el primer mes. Tal como lo pagó, salió de la inmobiliaria con las llaves y el banco se lo devolvió todo. No sé bien cómo lo hizo, porque yo no sabía que alguien pudiera echarse atrás en un pago, pero lo consiguió. Nos encontramos, pues, que tenía las llaves, la posesión, y no había pagado nada. Se quedó okupando el inmueble y era un profesor. No alguien sin oficio ni beneficio. Tardamos diez meses en sacarlo. Después, evidentemente, lo perseguimos hasta que conseguimos cobrarlo todo.

¡Enhorabuena!

Cuesta, sí….

Mucha de esta gente se declara insolvente. Conozco el caso de una pareja que falsificaron una nómina del que no tenía trabajo. El otro, que sí lo tenía, no firmó nada. Cuando llegó el momento de pagar el segundo mes, el que había firmado se declaró insolvente. Ocuparon el piso un año y medio así. Ni pagaron un duro ni han devuelto un duro, porque ve a perseguir al insolvente…

No es que yo me lo tome como algo personal, pero estas historias tan bestias me dan rabia. Yo sigo persiguiéndolos años y años. Cada año averiguo la situación patrimonial y si tienen algo para embargar. Yo sigo y le digo al cliente que hay que continuar. En algún momento cobraremos o no, pero al menos que sepa que nosotros no lo dejaremos estar. Siempre en los casos de gente que tiene mucha cara, porque la persona que ha tenido mala suerte es otra cosa. He visto gente que ha perdido el trabajo y que le ha dicho al propietario que cuando pueda se irá. He visto a estas personas marcharse. Ahora, hay de todo. Conocí el caso de una persona que se declaró vulnerable y que vivía en el barrio de Pedralbes de Barcelona. Pagaba 800 euros al mes por un piso en Manuel Girona. 800 euros… Manuel Girona… Y se declara vulnerable. Podría vivir en cualquier otro barrio con menos pretensiones, pero no, él tenía que vivir en Pedralbes. Eso no tiene sentido.

¿Cuántos casos de gente sin vergüenza se encuentran ustedes?

¡Muchos! Me he encontrado casos de gente realmente vulnerable, pero las falsificaciones de nóminas son una constante. Hay gente que se saca hijos del sombrero como si fueran setas. Y piensas: “¿Pero cómo puede ser esto?”. Hay una señora que se declaró vulnerable desde 2021 y no hay manera. Pasó el filtro de un seguro contra impagos. Tenía dos hijos y ahora resulta que tiene tres más…

Le brotan…

Sí. Y me pregunto cómo puede ser esto. Es muy escandaloso. Esta señora falsificó las nóminas. Después, cuando acreditó que era vulnerable, con la vida laboral se vio que esas nóminas eran falsas…

Todo esto perjudica a la gente con menos recursos y a los jóvenes, porque los propietarios querrán siempre asegurarse la jugada al máximo…

Este es el problema. Los jóvenes no tienen esa solvencia. O tienen unos padres que pueden pagar estas fianzas y estas garantías adicionales o se quedan fuera del mercado y no pueden alquilar. Porque tú, si puedes elegir, siempre cogerás a una persona que te dé más confianza. ¿Quién te dará más? Un funcionario, una persona con una trayectoria en una empresa…

El problema de los jóvenes también es de sueldo. Pagar un piso de 1.000 euros mensuales con un sueldo de 1.200 es imposible… Tienen que agruparse para poder hacer frente a estos precios.

Si tienes pareja, todavía…

Si ambos cobran el mínimo, representaría el 50% de sus ingresos…

Cuando yo compré mi primer piso, con mi pareja, me dijeron: “Sobre todo, Arantxa, no paséis del 30% de vuestros ingresos”…

Siempre se decía eso, sí.

El 30%. Mi pareja, que le gusta mucho hacer excels y números, me decía: “Arantxa, es que no nos podemos pasar”. Nos fuimos fuera de Barcelona. Yo no vivo en Barcelona ciudad. No me lo podía permitir.

Usted compró y no quiso alquilar.

Soy de la opinión de que, con estos precios de alquiler, es mejor comprar. La mentalidad de aquí es más comprar que alquilar. Tardaré treinta o cuarenta años en pagar ese piso, pero siempre he tenido la idea de que cuando sea mayor, con una jubilación pequeña, porque el Estado no podrá pagar más, al menos tendré la tranquilidad que da una vivienda propia.

Arantxa Goenag, advocada. Barcelona 15.09.2025 | Mireia Comas
«Con las cifras en la mano, comprar seguramente no es una buena idea» | Mireia Comas

Pero, con las cifras en la mano, ¿comprar y no alquilar es una buena idea?

Seguramente, no. Económicamente, no. Si mi marido hace los cálculos y los excels, me dirá que estamos pagando 500.000 euros por un piso que vale 200.000. Pero a veces la gente hacemos cosas por nuestra tranquilidad futura.

Durante un tiempo, muchos años, los intereses de las hipotecas eran muy reducidos…

Exacto. Entonces, sí. Yo he tenido la suerte de pagar un interés muy bajo. Y a mí sí me ha salido a cuenta. Pero los intereses ahora han subido. Yo iba a coger el interés variable, pero mi marido me dijo: “Arantxa, fijo. Porque al menos sabemos que esa cantidad la podremos pagar”. Y sí, sí, después cuando mis amigos me decían que la hipoteca les había subido 600 o 700 euros, yo les decía que me había escapado. Ahora, eso a veces también es la suerte que tengas de pensarlo o no, de tomar una buena decisión que puede acabar siendo no tan buena.

Cuando una persona se hace mayor y vive de alquiler siempre es como si tuviera una espada de Damocles encima…

Por eso. Nos podríamos ir a los modelos de Austria o de Alemania. Allí casi todo el mundo vive de alquiler, pero, claro, porque la mayoría de los pisos son estatales o de cuatro familias que no te echarán. No son indefinidos, pero lo parecen, pero aquí no tenemos esta cultura de alquiler indefinido y, sí, es como una espada de Damocles. De hecho, tengo un cliente con el padre de 92 años y la madre de 89, y los quieren echar. Porque el propietario tiene licencia turística y quiere alquilar el piso como turístico.

Pero eso de las licencias turísticas está limitadísimo. En Barcelona, por ejemplo, hay 10.000 y el ayuntamiento ya no da más. Jaume Collboni anunció la intención de eliminarlas con el tiempo. ¿Hay que ser tan estricto?

Están matando una fuente de ingresos. Yo a menudo cuando viajo prefiero coger un piso turístico que no un hotel, por los niños, por comodidad o por una cuestión de precios… Es este intervencionismo que no soluciona nada. Sacar los pisos turísticos no soluciona en Barcelona el problema de la vivienda. Aquí falta oferta. Y una oferta de piso social, del ayuntamiento o de la Generalitat. En lugar de decir a la asistenta social que pague a esa persona 4.000 euros de la cantidad que debe, busquemos pisos de alquiler social para jóvenes, para personas con carencias…

¿Hay suficientes solares públicos en Barcelona para generar una oferta tan fuerte?

Estamos limitados. Besòs, Llobregat, Collserola y el mar. Barcelona no es Madrid. Este verano he estado en Nueva York y allí me fascinó el derecho de vuelo. Pueden elevar hacia arriba cualquier edificio…

Eso ya lo perpetró el alcalde Porcioles en el Eixample y lo desfiguró.

Sí, pero se tiene que hacer de manera controlada. Hay edificios donde se puede aplicar y edificios que no. No hace falta que todo sean rascacielos, pero hay edificios que podrían crecer con el derecho de vuelo. Hay entresuelos que son locales comerciales y que no pueden cambiar de uso. O locales en plantas bajas. En Barcelona era clásico que en una planta baja hubiera la tienda y detrás, la vivienda. Una vivienda con condiciones de habitabilidad. ¿Por qué ahora esta vivienda no se puede recuperar? El ayuntamiento debería facilitar todos estos cambios. Y se podría ganar mucha oferta.

O sea, que el problema de la vivienda se podría arreglar…

Un poco, sí. Si, en lugar de maldecir a los propietarios, los ayudamos un poco… En lugar de dar dinero al arrendatario vulnerable, paga el alquiler al propietario. Eso garantizará que el contrato pueda continuar. Pero si pagas al arrendatario, quizás decidirá que los dedica a otra cosa. Aquí en Cataluña el Parlamento aprobó un decreto para facilitar a los jóvenes el 20% de los gastos iniciales en una adquisición de vivienda. La Generalitat te lo prestaba. Pero la letra pequeña transformaba ese piso en una vivienda de protección oficial, con unos requisitos que quizás no interesarán a los jóvenes.

Arantxa Goenag, advocada. Barcelona 15.09.2025 | Mireia Comas
«La normativa de Barcelona ha hecho que muchos promotores se lo piensen antes de edificar y se vayan a Valencia o donde sea» | Mireia Comas

¿Qué requisitos tienen estas viviendas?

Sobre todo, la cuestión de la venta libre. Te tienen que autorizar a hacerlo.

Hablemos ahora de venta… A Barcelona ahora cuando un promotor emprende una nueva obra tiene que dedicar el 30% para protección oficial. ¿Eso los ha disuadido?

Sí. Ha hecho que muchos promotores se lo piensen antes de edificar y se vayan a Valencia o donde sea, donde no haya estas limitaciones. Por un lado, creo que este 30% está bien, pero, por otro, el día a día de estas comunidades de propietarios es muy complejo. Allí hay la tercera parte de los vecinos que viven en pisos de protección y dos terceras partes que pueden ser de alto standing. Es el caso de Badalona, por ejemplo, de la zona del puerto. Los de alto standing deciden que tienen que hacer una derrama para que la piscina tenga luces de colores… Los otros no lo pueden pagar y entonces generamos un conflicto.

¿Quién fue el que dijo que los edificios con pisos de protección oficial deberían tener dos entradas según la categoría de los vecinos?

[Ríe]. Sí… Qué ocurrencias. Hombre, evidentemente, eso, no. De ninguna manera. Pero, por un lado, te dicen que, si haces un edificio completo de protección oficial, eso es como hacer un gueto. Yo no quiero hacer guetos, pero si tú has pagado 700.000 euros por un piso y otros han pagado 250.000 –que tampoco es un precio escaso–, acabas generando un conflicto importante. Las comunidades de propietarios suelen ser conflictivas, pero si, además, nos encontramos con estas dos categorías… Eso acaba saliendo en las reuniones de las comunidades de vecinos: “Pues, tu piso te ha salido más barato porque te lo hemos pagado entre todos!”. 

¿Y los propietarios de solares también los han inmovilizado cuando han visto que el precio inicial se ha reducido por esta normativa?

Suelen ser los promotores los que se lo repiensan. Tengo un cliente que tiene naves en El Prat de Llobregat, naves hechas polvo. Y tengo otro que es promotor y que me dice que a él le interesan, pero que quiere esperar para ver si todo esto cambia y poder comprarlas.

¿Se cree la promesa del presidente Illa? ¿La Generalitat construirá 50.000 pisos nuevos de protección oficial antes de terminar la legislatura?

Volvemos: Besòs, Llobregat, Collserola y montaña…

No solo en Barcelona, en toda Cataluña.

Sí, en toda Cataluña, pero el 95% de Cataluña es zona tensionada. Y eso tampoco tiene sentido. Toda Barcelona es zona tensionada, y no se entiende. No es igual vivir en Pedralbes que en Ciutat Vella, ¿y por qué Pedralbes es zona tensionada? Quizás no debería serlo.

Pero, ¿se cree o no se cree la promesa de Salvador Illa?

No me la creo. Quizás hay la voluntad, pero no la acompaña la realidad. Es como la agenda urbana de Pedro Sánchez. No sé cuántos pisos quiere hacer. Y yo decía: “Madre mía, pero ¿de dónde los sacará este señor?”. Es imposible.

¿Cuántos pisos de construcción oficial habría que construir en Cataluña para dar satisfacción a la demanda?

¡Uf! No sabría calcularlo. Pero quizás no habría que edificar tanto, sino destensionar. Cambiar las zonas de tensión y cambiar la normativa un poco…

¿Un poco solo?

Bastante. Si a mí me okupan el piso, pero yo sé que a la semana esa persona está fuera, no tendré miedo de ponerlo en alquiler de nuevo. Si yo tengo un inquilino que no me paga y tardo nueve meses en sacarlo del piso… Antes eso no pasaba. Antes la gente cuando no podía pagar un piso se iba.

Este es un problema grave.

Sí. Esta sensación de impunidad que tiene mucha gente, que sabe que puede no pagar y continuar en el piso sin ninguna molestia. Y otro de los problemas es que tenemos una justicia absolutamente saturada. No da abasto. Los juicios rápidos no son rápidos. Tengo una okupación de la semana pasada que todavía no sabemos ni a qué juzgado llevar…

¿Todavía hay esas otras okupaciones, las reivindicativas, las del movimiento okupa?

Las hay.  Yo diría que hay menos. Ahora es más inquiokupación, pero todavía hay de las otras. También nos encontramos con nuevas modalidades. La semana pasada una inquilina se fue de un piso antes de ser desahuciada y nos encontramos que había otra gente viviendo allí. Alguien les pasó las llaves, porque no forzaron la cerradura. El presidente vio cómo cambiaban la cerradura, llamó a la propietaria y a los Mossos, pero los Mossos le dijeron que ya no podían hacer nada, porque eso ya era el domicilio de esa gente. Aquí tenemos un conflicto. Tenemos un desahucio en marcha de una inquilina que ya no está y en su lugar hay otros. Esto supondrá un lío procesal importante. Como los juzgados están saturados, nos dirán: “Arantxa, por favor, no molestes”.

¿Y cómo se hicieron con las llaves del piso?

Las venden. Hay mafias que las venden. Las compran a los inquilinos. 3.000 euros. Hay gente que las vende cuando se encuentra ante una ejecución hipotecaria. Cuando saben que les van a subastar el piso, venden las llaves a otros. Y ya vendrá después el banco a reclamar. Dices que eres vulnerable y tienes un piso durante al menos un año por 3.000 euros. La gente que se queda dentro aduce que ellos han pagado. Y de hecho, han pagado. 3.000 euros.

En el barrio de Sants se murió la propietaria de un piso. Uno de los vecinos sabía que no tenía casi familia. Se hizo pasar por el propietario y alquiló el piso. Mi clienta, que era sobrina lejana de esa señora, recibió una carta de la Generalitat preguntándole si aceptaba la herencia. La persona que lo había ocupado lo había alquilado a alguien, que le cobraba cada mes el alquiler. Este falso arrendador cuando vio que eso se complicaba dejó de cobrar.  Y tú dices: “Ostras, el inquilino, ¡pobre señor!”. Pero ese pobre señor después vendió ese derecho a otro. Abrimos un procedimiento judicial por el que pasaron cuatro personas diferentes.

Actualmente hay mucha gente que deja de pagar la hipoteca porque no puede?

Diría que ahora estamos en unos niveles normales. La gente solo deja de pagar la hipoteca cuando realmente no la puede pagar. Y ahora hay menos casos.

¿Hemos dejado atrás las causas que provocaron la burbuja de 2007?

Diría que ahora podríamos crear una situación de burbuja, sí.

¿Por qué?

Porque nadie quiere alquilar y todos quieren vender. Entonces los pisos están subiendo de precio. Al final, todo va al mercado. Los bancos han endurecido las condiciones de las hipotecas, sí, pero no controlan estas subidas. Además, tienen un problema muy importante, que es un parque inmobiliario muy grande. El Estado debería plantearse convertir en pisos sociales todos esos pisos de las entidades que rescataron en aquellos momentos de la crisis.

Arantxa Goenag, advocada. Barcelona 15.09.2025 | Mireia Comas
«Los pisos de la Sareb existen, porque yo he llevado demandas que ellos han puesto» | Mireia Comas

Los pisos fantasma de la Sareb, que no se sabe cuántos son, ni por dónde andan, ni qué hacen con ellos…

(Sonríe). Esos pisos existen, porque yo he llevado demandas de la Sareb. De una clienta, concretamente, que ellos demandaron. Les pedimos una prórroga antes del lanzamiento y, finalmente, cuando nos contestaron, mi clienta ya había dejado el piso. Les entregamos las llaves en 2023. El otro día cuando volví de vacaciones me encontré que Building Center me anunciaba de nuevo el lanzamiento. Les contesté que mi clienta había entregado las llaves hacía dos años.

¿La Sareb se lo había vendido?

Sí. Te encuentras a menudo en un procedimiento que van cambiando las empresas propietarias varias veces.

¿La Sareb, pues, es un fondo buitre más?

Sí. Todos estos fondos con tantos inmuebles no saben ni cuántos tienen. En una ejecución hipotecaria te puedes encontrar que el banco ha vendido el piso a una de estas sociedades. Hasta que esta sociedad no lo venda a otra no hará nada. No hará ni el cambio de nombre en el registro de la propiedad.

Me ha comentado antes que se encuentran últimamente con muchos vicios de construcción. ¿Se construye mal ahora?

En mi opinión, sí. Hay muchos problemas en las fachadas de los nuevos edificios. No sé el porqué. Entra aire. Te contestan entonces que es “una fachada ventilada”. Muy bien. Pero si yo tengo frío en mi piso nuevo, eso no es normal. En teoría la sensación térmica tiene que ser confortable. Creo que antes se construía mejor. Quizás es debido a los subcontratos que se hacen actualmente. Todos van abaratando costos porque cada uno tiene que llevarse su parte. Ahora tenemos un boom de edificación en zonas nuevas de Badalona, Sabadell, Terrassa… Hay defectos que no deberían estar. Si han puesto mal las baldosas, deberían reconocerlo. Y no. Prefieren llegar a un procedimiento judicial. Pero también es verdad que entonces la gente se apunta y piensa: “Si son 5.000 euros lo que me tenían que reparar, pido 20.000”. La picaresca es por todos lados. Al final aquí todos se suman. He llegado a escuchar en alguna comunidad: “Yo no tengo nada mal, pero, como todos mis vecinos demandan, yo también lo haré”. Esa es nuestra mentalidad.

Mediterránea…

Sí. Siempre buscamos oportunidades. Hay una frase en castellano que podemos traducir a todos los idiomas peninsulares: “No vaya a ser que…”. Me lo explicaba un catedrático el otro día. Tú llevas el coche al taller y te dicen que lo tendrán listo el martes. Tú vas el martes por la tarde, “no vaya a ser que” por la mañana aún no lo tengan. Eso no pasa en Francia. Aún menos en Alemania. ¿Y en Italia? En Italia ni van. [Ríe].

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