L'escapadeta
Este pueblo medieval, con mercado histórico y calles de cuento, es uno de los secretos mejor guardados de Cataluña

A pocos kilómetros de Girona, rodeado de campos y colinas suaves, se alza Monells. Un municipio pequeño que esconde una gran historia, marcada por su mercado, sus murallas y su arquitectura. Hoy, pasear por allí es como entrar en un libro de historia viva, donde cada piedra parece querer contar una historia de siglos atrás.

El latido medieval de Monells

Monells nació y creció en la Edad Media, cuando el mercado de la villa se convirtió en uno de los más importantes del Empordà. Las murallas, de las cuales aún se conservan tramos, testimoniaban la importancia estratégica y económica de este pueblo. Su plaza mayor, de forma irregular y rodeada de arcos, era el centro neurálgico de la vida social y comercial.

Caminar por sus calles es hacer un viaje en el tiempo. Las fachadas de piedra, los callejones estrechos y las antiguas casas nobles evocan un pasado que aún se mantiene vivo. Los visitantes a menudo describen Monells con la sensación de que aquí, de alguna manera, el reloj se ha detenido.

Un mercado que hizo historia

Durante siglos, el mercado de Monells fue punto de encuentro para comerciantes de toda la región. Se vendía de todo: cereales, ganado, productos agrícolas y objetos de artesanía. Este constante intercambio convirtió al pueblo en un centro económico clave de la zona.

Hoy en día, aunque el mercado ya no tiene la fuerza de antes, la plaza conserva el espíritu de aquellos intercambios. Fiestas locales y actividades culturales intentan revivir aquel ambiente, recordando a los visitantes que el mercado no era solo un espacio de comercio, sino también de convivencia y de encuentro.

Calles de cine y esencia catalana

Monells no solo destaca por su historia, sino también por haber sido escenario cinematográfico. La película Ocho apellidos catalanes convirtió su plaza en un plató natural, mostrando al gran público la belleza de este rincón de Girona.

Este reconocimiento atrajo aún más visitantes, que llegan atraídos tanto por la fama cinematográfica como por la autenticidad del pueblo. Pero, a pesar de su proyección, Monells ha sabido conservar su ritmo tranquilo, fiel a su identidad rural y catalana.

Paseando por allí, es fácil encontrar pequeños restaurantes familiares que ofrecen platos típicos de la cocina ampurdanesa, con productos de proximidad. La gastronomía se convierte en otro vínculo con la tradición, reforzando la sensación de que aquí todo mantiene una armonía con el pasado.

Un viaje que invita a quedarse

Visitar Monells es mucho más que recorrer un pueblo bonito. Es dejarse llevar por una atmósfera que invita a la calma y a la contemplación. Cada detalle, desde las piedras de las murallas hasta el silencio de las calles, nos recuerda que hay lugares donde el tiempo parece haber hecho una pausa.

Como decía un viajero después de pasear por Monells: “Aquí el presente se parece demasiado al pasado, y es precisamente eso lo que lo hace único”.

Monells es un recuerdo vivo de la Cataluña medieval, un pueblo que nos enseña que, a veces, la mejor manera de avanzar es saber preservar.

Un lugar para descubrir

Si buscas una experiencia diferente, alejada de la prisa y del ruido, Monells te ofrece la posibilidad de perderte entre calles que conservan la esencia del tiempo. Quizás el reloj ha dejado de girar, pero el corazón del pueblo sigue latiendo con fuerza.

Te invitamos a visitar Monells, a dejarte sorprender por su mercado y a compartir esta experiencia con quien también sepa apreciar el valor del tiempo.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa