Veu del Consumidor
¿Sabes qué parte de tu factura de la luz no se relaciona con tu consumo? Así se repartece lo que pagas cada mes

Te explicamos qué conceptos fijos se aplican cada mes y cómo afectan tu bolsillo.
Entenderlo te puede ayudar a ahorrar.

Aunque a menudo asociamos el gasto eléctrico al uso de electrodomésticos, una parte importante del costo mensual no depende de cuánta electricidad consumas. La potencia contratada, los peajes de acceso y los impuestos representan una carga fija que se mantiene incluso si no gastas luz. En este artículo te explicamos cada componente y te damos claves para entender y optimizar tu factura.

¿Qué estás pagando en tu factura?

La factura de la luz incluye mucho más que el simple consumo. Está formada por diversos conceptos, algunos de variables y otros fijos. Los costos fijos se mantienen aunque no utilices ningún aparato eléctrico durante días o semanas, mientras que los variables dependen directamente de los kilovatios hora (kWh) que consumas.

Por eso muchas personas se extrañan cuando, a pesar de haber reducido notablemente el consumo, la reducción en la factura no es tan significativa. Entender qué estás pagando es el primer paso para poder actuar con criterio.

Los costos que no dependen del consumo

Esta parte de la factura incluye los llamados términos fijos, que se cobran aunque no se utilice electricidad:

Término de potencia:
Es el costo por tener acceso permanente a una cierta cantidad de energía. Se mide en kilovatios (kW) y se paga según la potencia contratada. Es como pagar por tener una autopista disponible, aunque no la uses.

Peajes de acceso y distribución:
Son cargos regulados por el uso de la red eléctrica: transporte desde las centrales hasta tu casa y mantenimiento de infraestructuras. Aunque no lo veas, este costo es esencial para tener luz.

Alquiler del contador:
Si el contador no es tuyo, se te cobra una pequeña cantidad mensual por su uso. Este importe es fijo y aparece siempre en la factura.

Impuesto eléctrico:
Es un impuesto estatal aplicado sobre la suma del término de potencia y del consumo. Aunque consumas poco o nada, este impuesto se aplica igualmente.

IVA:
El Impuesto sobre el Valor Añadido se calcula sobre el total de la factura, incluyendo los costos fijos y variables. Aunque ha tenido reducciones puntuales, sigue siendo un porcentaje relevante.

En conjunto, estos elementos pueden representar entre un 30 % y un 50 % del total de la factura. Esto significa que una buena parte de lo que pagas cada mes no depende de tu uso de la electricidad.

Lo que sí varía: el consumo eléctrico

La parte variable de la factura es el término de energía, que depende directamente de la cantidad de kWh que consumas. El precio de estos kWh puede cambiar según la tarifa, el mercado e incluso la hora del día.

Con tarifas de discriminación horaria, el precio es más alto o más bajo según si es hora punta, llana o valle. Por lo tanto, no solo importa cuánto consumes, sino cuándo lo haces. Saber aprovechar las horas más económicas puede suponer un ahorro notable.

Además, en el mercado libre puede haber ofertas o servicios adicionales que también modifican este costo variable.

¿Cuánto puedes ahorrar realmente?

Muchos creen que la mejor manera de ahorrar es consumir menos. Pero la realidad es que ajustar los costos fijos puede tener un impacto igual o incluso mayor.

Por ejemplo, una persona que vive sola y casi no utiliza aparatos eléctricos puede recibir una factura de 40 o 50 euros. Si analiza el detalle, verá que más de la mitad se destina a potencia contratada, peajes, impuestos y alquiler del contador.

¿Qué puedes hacer para reducir esta carga?

  • Revisar la potencia contratada. Muchos hogares tienen más potencia de la necesaria.
  • Comparar tarifas. Hay opciones más ajustadas a tus hábitos de consumo.
  • Eliminar servicios innecesarios. Algunas tarifas incluyen mantenimientos o seguros que quizá no necesitas.

Con una buena gestión, puedes pagar menos sin renunciar a la comodidad.

Entender tu factura: clave para ahorrar

La factura puede parecer compleja, pero conocer sus componentes te ayuda a tomar mejores decisiones. No se trata solo de consumir menos, sino de saber qué estás pagando y por qué.

Ajustando los términos fijos y revisando las condiciones de tu contrato, puedes conseguir una factura más justa y adaptada a tus necesidades.

Pagar por lo que no utilizas: el otro lado de la factura eléctrica

“Ajustar la potencia o entender tu tarifa puede marcar la diferencia entre pagar lo justo o asumir costos innecesarios.”
¿Lo sabías? Comparte este artículo y ayuda a más gente a ahorrar gracias a la información.

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