Entre el 2021 y el 2024, el encarecimiento de la vida en Catalunya ha superado el 14 %, mientras que los sueldos han avanzado a un ritmo mucho menor.
El resultado es una pérdida de poder de compra que empobrece a las familias trabajadoras. El informe del sindicato CGT alerta de una tendencia regresiva que ya se deja ver en el consumo local y en la presión sobre los servicios municipales.
El sueldo ya no alcanza: 4,1 % menos poder real
La inflación ha ido por delante del salario. En estos tres últimos años, los precios en Catalunya han subido un 14,8 %, mientras que los sueldos apenas lo han hecho un 10 %. Este desajuste ha supuesto una pérdida de poder adquisitivo del 4,1 %, según datos del sindicato CGT.
Esta cifra no es solo un indicador macroeconómico: es una diferencia que se nota a final de mes. Significa menos comida en la nevera, menos ahorro, más sacrificios. Incluso en sectores donde ha habido aumentos salariales, el alza de los precios ha anulado buena parte de este progreso.
De Barcelona a la periferia: el éxodo que cambia la cesta de la compra
El elevado costo de vida en la capital catalana ha empujado a muchas familias a trasladarse a municipios metropolitanos como Sabadell, Terrassa o Vilanova i la Geltrú. La migración interna no es solo demográfica: implica también una nueva presión económica para estos núcleos.
En Sabadell, por ejemplo, los supermercados locales informan de un cambio en el patrón de consumo. Se venden más productos de marca blanca, hay más demanda de ofertas, y los carritos, aunque continúan llenos, llevan menos variedad. Los comerciantes notan que los clientes “compran con calculadora”.
Vivir cuesta más: alquileres, gasolina y supermercado en alza
Uno de los factores más graves que acentúan esta pérdida de poder adquisitivo es el precio de la vivienda. Entre 2021 y 2024, el alquiler en Catalunya ha subido un 37,4 %. Comprar una vivienda también es más caro: un 10,4 % más, según cifras del mismo informe.
A esto se añade el costo del transporte, especialmente en municipios mal conectados. El precio de la gasolina, de la electricidad y de los productos básicos del supermercado han crecido por encima de la media europea, afectando de manera desigual a aquellos que más dependen de ellos.
Testimonios desde Sabadell y Vilanova: “Antes llegábamos, ahora recortamos”
Para Rosa, madre de dos hijos en Sabadell, el cambio ha sido drástico: “Antes llenábamos el carro en una sola compra semanal. Ahora vamos dos veces y compramos menos. Todo sube, menos nuestro sueldo.”
En Vilanova i la Geltrú, Jordi, trabajador autónomo, también lo nota: “He dejado de comprar carne entre semana. La reservo solo para el domingo. El resto, arroz, pasta y latas. Esto no es vivir, es sobrevivir.”
Los ayuntamientos ya perciben estas señales. Algunos servicios sociales han visto aumentar las peticiones de ayuda alimentaria. Las entidades de barrio denuncian que la pobreza energética también está creciendo.
¿Qué puede venir ahora?: previsiones y respuestas posibles
La perspectiva no es muy esperanzadora a corto plazo. Aunque el IPC se ha moderado en algunos meses, la recuperación del poder adquisitivo perdido no será inmediata. Los expertos advierten que, sin una política salarial más activa o medidas de contención de los precios básicos, la brecha social se ampliará.
Desde algunas organizaciones sindicales se propone vincular los salarios al costo real de la vida. Otros reclaman un control más fuerte sobre el mercado del alquiler o incentivos para los comercios de barrio que mantengan precios asequibles.
Mientras tanto, las familias hacen equilibrios. Ajustan el consumo, priorizan lo esencial y renuncian a lo que hasta hace poco parecía básico.
Cuando el dinero no rinde: el nuevo malestar silencioso
Catalunya enfrenta un momento delicado: una pérdida de poder adquisitivo que no se ve, pero se nota. Que no siempre sale en los informativos, pero vive en las listas de la compra, en los extractos bancarios y en las decisiones difíciles de cada día.
Una sociedad donde trabajar ya no garantiza bienestar debe repensar sus prioridades.
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