La Organización de Consumidores y Usuarios lanza una voz de alerta: los precios turísticos no solo han subido por Semana Santa, sino que continuarán aumentando durante los próximos meses. Con incrementos de hasta el 21% en vuelos nacionales y más del 17% en paquetes turísticos, el panorama para las vacaciones de verano no es nada alentador.
Las vacaciones, cada vez más caras
Los datos del IPC de abril revelan una tendencia clara. Los vuelos nacionales subieron un 16,5% respecto a marzo, mientras que los internacionales lo hicieron en un 16,4%. Las tarifas de hoteles, pensiones y alojamientos similares aumentaron un 13,5%, y los paquetes turísticos nacionales lo hicieron en un 12,3%.
A nivel interanual, las cifras son aún más impactantes: los vuelos nacionales han subido un 21,3% respecto a abril de 2024 y los internacionales un 17,8%. Incluso los paquetes turísticos nacionales registran un aumento del 17,2% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Un patrón que se repite cada verano
La OCU destaca que este fenómeno no es aislado. Desde 2021, se observa una dinámica cíclica de subidas coincidiendo con los meses de verano. En junio, los paquetes turísticos nacionales aumentan entre un 15% y un 20%, con picos adicionales en julio que superan el 20%. Agosto, aunque menos agresivo, añade un 10% más a los precios ya inflados.
La organización señala que, en acumulado, las subidas entre junio y agosto han oscilado entre un 47,4% (2023) y un 63,8% (2022). Estas cifras confirman una presión económica creciente sobre las familias que planean sus vacaciones en temporada alta.
El impacto en el bolsillo del consumidor
La subida generalizada de precios afecta directamente a aquellos que intentan planificar unos días de descanso. No solo suben los vuelos y los paquetes organizados, también el alojamiento independiente, como los alquileres turísticos tipo Airbnb, que siguen el mismo patrón de incremento estacional.
Este escenario obliga a muchas familias a replantearse los planes o ajustar los presupuestos. El encarecimiento afecta de manera desproporcionada a aquellos que no pueden reservar con antelación o dependen de los meses de verano para disfrutar de vacaciones.
¿Qué pide la OCU?
Ante esta situación, la OCU reclama una serie de medidas urgentes y concretas:
- Más vigilancia sobre los precios turísticos, especialmente en los meses de máxima demanda.
- Transparencia en la información ofrecida por los operadores turísticos y alojamientos.
- Supervisión efectiva del mercado, para evitar prácticas abusivas o subidas injustificadas que perjudiquen al consumidor.
Estas demandas se enmarcan dentro del trabajo que la OCU lleva a cabo desde 1975, basado en la independencia, la sostenibilidad y la defensa de los derechos de los consumidores.