El barrio del Guinardó rompe la estadística y desconcierta tanto a los vecinos como a los expertos.
Un informe revela el sorprendente ranking de precios que sacude el mapa de consumo de la ciudad.
Un estudio de la OCU ha identificado el supermercado Suma de la Ronda del Guinardó como el más caro de Cataluña. Esto sorprende porque el barrio no figura entre los más acomodados de la ciudad. Otras cadenas como Sorli y Plusfresc también aparecen en la lista, situadas en zonas con perfiles diversos. El contraste con supermercados baratos como el Alcampo en la Diagonal hace evidente una desigualdad de precios difícil de explicar solo con la renta o la ubicación.
El supermercado más caro de Cataluña está en el Guinardó
El Observatorio de Precios de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado que el supermercado más caro de toda Cataluña se encuentra en un lugar inesperado: la Ronda del Guinardó, en el distrito de Horta-Guinardó. Se trata de un establecimiento de la cadena Suma, donde la cesta básica de productos supera significativamente la media de precios en la ciudad.
La sorpresa no viene solo por las cifras, sino por el perfil del barrio. El Guinardó no suele aparecer entre los más exclusivos de Barcelona. Sus calles combinan viviendas de clase media, edificios antiguos y una cierta tranquilidad residencial. Es, en apariencia, un barrio como tantos otros.
Los vecinos, al conocer el dato, expresan confusión. “Siempre pensé que aquí la compra era normal, ni barata ni cara. Me sorprende que estemos por encima de barrios más ricos”, comenta Marta, vecina de la zona desde hace 12 años.
Según la OCU, el estudio se basa en una cesta de productos habituales —pan, leche, aceite, arroz, fruta, productos de limpieza y más— comparados en cientos de establecimientos de todo el país.
Contrastes extremos: de la Diagonal al Collblanc
Mientras en el Guinardó el ticket medio puede ser hasta un 25 % más alto, en otras zonas céntricas el gasto se reduce drásticamente. El ejemplo más claro es el Alcampo ubicado en la Avenida Diagonal, identificado como el supermercado más barato de la ciudad.
Este Alcampo ofrece una cesta tipo con diferencias de hasta 2.738 euros anuales respecto a los más caros, si se mantiene un consumo constante. La cifra impacta, especialmente en un contexto de inflación sostenida y pérdida de poder adquisitivo.
Otros establecimientos como Plusfresc en la Vía Augusta o Sorli en la calle Marina también aparecen entre los más caros según la categoría (productos frescos, envasados o cesta completa). En cambio, cadenas como Consum, Mercadona o Bonpreu se sitúan en una franja media de precios, con variabilidad según el barrio.
En barrios como Collblanc, al límite con Hospitalet, el supermercado SPAR de la Carretera de Collblanc también figura entre los más caros. Allí, la diferencia se nota aún más por el contraste directo con supermercados cercanos más económicos, separados por solo unas calles.
¿Por qué un barrio intermedio lidera en precios?
Lo que desconcierta del caso Guinardó no es solo el precio, sino la ruptura de patrones habituales. Lo más previsible sería que las zonas de renta más alta, como Sarrià-Sant Gervasi, Pedralbes o parte del Eixample, concentraran los precios más elevados. Pero no es así.
Varios factores podrían explicar este fenómeno. Uno de ellos es la baja competencia local. Si en una zona hay poca variedad de supermercados —o predominan establecimientos pequeños sin grandes cadenas—, los precios tienden a ser más altos por una cuestión de oferta limitada.
También influye el perfil del consumidor. Algunos barrios de clase media estable, como el Guinardó, tienen una clientela dispuesta a pagar un poco más por proximidad o por confianza. En muchos casos, la comodidad prima por encima del precio.
Otros elementos relevantes incluyen el costo del alquiler de los locales comerciales, los gastos logísticos, el tamaño del establecimiento e incluso el modelo de negocio de cada cadena. Suma, por ejemplo, opera con tiendas más pequeñas, lo que puede limitar su capacidad para ofrecer precios bajos por volumen.
Según expertos en consumo urbano, los precios responden tanto al tejido económico del barrio como a su configuración urbana. “En zonas donde no hay grandes supermercados, las tiendas más pequeñas pueden tener márgenes más altos. Y esto se refleja en la cesta diaria”, señala Juan Antonio González, analista de mercados.
Lo que los consumidores deben saber
Para muchos barceloneses, estas diferencias pueden parecer detalles menores. Pero cuando se acumulan durante todo un año, las variaciones de precio entre barrios se vuelven relevantes. Informarse y comparar puede suponer un ahorro sustancial.
Una herramienta útil son las aplicaciones de comparación de precios como SoySuper, OCU Market o incluso Google Maps, donde es posible consultar valoraciones y promociones en tiempo real. También es recomendable alternar la compra entre varios puntos según el tipo de producto: frescos en los mercados, envasados en grandes cadenas, básicos en tiendas de descuento.
El uso de la tarjeta de fidelización, compras planificadas, evitar las compras por impulso y analizar los folletos semanales son prácticas que permiten controlar mejor el presupuesto sin renunciar a calidad.
Finalmente, el contexto económico obliga a estar alerta. La tendencia al alza en productos básicos no se detiene, y conocer el mapa de precios de la ciudad es más importante que nunca. En este sentido, estudios como el de la OCU se convierten en herramientas clave para defender el bolsillo día a día.
¿Pagarías más por vivir cerca o por no comparar?
Lo que esta investigación deja claro es que los precios en Barcelona no siguen una lógica estricta de renta o ubicación. Hay barrios humildes con supermercados caros y zonas premium con opciones económicas.
Quizás la pregunta que debemos hacernos no es solo dónde compramos, sino cómo y por qué. ¿Vale más la comodidad que el ahorro? ¿Conocemos realmente el costo de nuestra rutina?
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