El miedo al colapso bancario está aumentando en cada día que pasa. Si justo hace una semana el gobierno de los Estados Unidos tenía que intervenir el Silicon Valley Bank (SVB), este jueves hasta once bancos norteamericanos anunciaron que inyectaban un total de 30.000 millones de dólares para evitar la quiebra y el colapso del First Republic Bank para solucionar y fortalecer su liquidez. Entre estos once bancos podemos encontrar las cuatro entidades bancarias más grandes del país -Bank of America, Citigroup, JPMorgan Chase y Wells Fargo- que cada una de ellas, según aseguraron en un comunicado, inyectarán 5.000 millones, en depósitos no asegurados, al First Republic.
Además de estas aportaciones, Goldman Sachs y Morgan Stanley inyectarán 2.500 millones de dólares cada uno y, además, el BNY Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y O.S. Bank harán cada una un depósito de 1.000 millones de dólares para intentar evitar este nuevo potencial colapse, y posterior quiebra, al sistema bancario norteamericano.
Según el comunicado de los cuatro grandes bancos, esta inyección de 30.000 millones de dólares «refleja su confianza en el sistema bancario del país y ayuda a garantizar que First Republic tenga la liquidez para continuar sirviendo a sus clientes». Además, los cuatro bancos señalan que las entidades regionales, medianas y pequeñas son fundamentales para la salud y el funcionamiento del sistema financiero estadounidense. En esta línea aseguran que «después de las quiebras de SVB y Signature Bank hubo salidas de depósitos no asegurados en un pequeño número de bancos», al que añaden que el sistema financiero de los Estados Unidos se encuentra entre los mejores del mundo y que «los bancos hacen un trabajo extraordinario al atender las necesidades bancarias de sus clientes y comunidades».
Mucha liquidez y un fuerte capital
En el mismo escrito, Bank of America, Citigroup, JPMorgan Chase y Wells Fraguo, subrayan que el sistema bancario de los Estados Unidos tiene un «crédito fuerte, mucha liquidez, capital fuerte y rentabilidad fuerte» y dejan claro que los recientes acontecimientos «no han hecho nada para cambiar» estas circunstancias.
Hay que apuntar que esta inyección masiva de millones a First Republic por parte de la gran banca de los Estados Unidos se produce después de que las agencias de calificación S&P y Fitch rebajaran la calificación crediticia del banco rescatado a la categoría de ‘bono basura’ ante la salida de depósitos de la entidad y, incluso, después de que los reguladores estadounidenses se comprometieran a apoyar al sector bancario desprendido del colapso del Silicon Valley Bank (SVB).
Después de conocerse que los grandes bancos estadounidenses estaban en conversaciones para el rescate del First Republic, Wall Street consiguió cerrar en ‘verde’. Concretamente, el Dow Jones, su principal indicador, creció un 1,17%, mientras que el S&P 500 cerró con un avance del 1,76%. Por su parte, las acciones del First Republic se revaloraron casi un 10%.