La Casa Blanca acerca posturas con los negociadores del Congreso de los Estados Unidos para desencallar el techo de deuda para los próximos dos años. La cámara de representantes, ahora con mayoría republicana, hacía semanas que mantenía un pulso con la administración Biden para aprobar el techo de emisión de pasivo, necesario por entomar los pagos del gobierno federal durante los próximos dos años. Sin este acuerdo, como aseguraba la secretaria del Tesoro Janet Yellen, el ejecutivo «agotará todos sus recursos» antes de acabar el mes de junio, asegurando que la estructura de gobierno de la federación no está preparada por uno
Las demandas de la Casa Blanca pasaban por un aumento del techo de deuda con el objetivo de «no atrasar ningún pago» y hacer frente al conjunto de las obligaciones federales en los próximos dos ejercicios -un problema especialmente para la bancada republicana-. Según han avanzado el New York Times y la CNBC, pero, el Congreso se habría avenido a las condiciones de Biden a cambio de una importante reducción del gasto federal el 2024 y un ajustamiento de unos 80.000 millones de euros en el marco de la criticada Inflation Reduction Act y el sistema fiscal interno. De este modo, se preservarían el conjunto de los programas de financiación del presidente, si bien se reducirían los montantes relacionados. Actualmente, vale apuntar, el límite de deuda estadounidense ronda los 31,4 billones de dólares, unos 29,2 billones de euros.

Tensiones a los mercados
Los mercados de deuda internacionales han intensificado sus amenazas a ejecutivo y legislativo durante las últimas semanas. Sin ir más lejos, la agencia de calificación Fitch amenazó con una rebaja de la nota de la deuda norteamericana, que hoy por hoy mantiene la máxima valoración posible, AAA. Ante el bloqueo negociador, Fitch anunció que ponía «en vigilancia negativa» su lectura de los bonos estadounidenses, a la espera que se disipara el riesgo de suspensión de pagos. Aun así -de acuerdo con las experiencias recientes, en que los republicanos han acabado dando su brazo a torcer en situaciones de tensión económica al país- la agencia considera un «acontecimiento de muy baja probabilidad» que la federación no sea capaz de hacer frente a sus obligaciones financieras.
Alternativas inexploradas
Si bien es cierto que, a juzgar por el ritmo de las negociaciones, el presidente Biden en ningún momento ha dudado que se acabaría logrando el acuerdo, se podrían haber comenzado una serie de procesos para esquivar el bloqueo republicano en el congreso y conseguir aumentar el tope de deuda a corto plazo. Cómo avanzaba el Washington Post, una opción hubiera sido la emisión del que se conoce como