Los grandes bancos centrales del mundo se ha unido para aumentar la liquidez del dólar para aligerar «las tensiones en los mercados de financiación globales». Esta gran alianza de los supervisores mundiales, concretamente entre el Banco del Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco del Japón, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal y el Banco Nacional Suizo, llega justo después de una semana llena de tensiones a los mercados financieros causada por la quiebra de tres bancos norteamericanos- lo Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic– y un europeo -Credit Suisse-.
Según un comunicado conjunto, la medida ya está operativa y desemboca en el hecho que estos bancos centrales permiten acuerdos de líneas de intercambios de divisas en dólares. De hecho, el acuerdo entre las diferentes instituciones permite «aumentar la frecuencia de las operaciones con vencimiento a siete días de semanal a diaria», según ha detallado el BCE en un comunicado. La medida, además, se alargará al menos hasta finales de abril y llega pocas horas después de que UBS haya comprado Credit Suisse, su principal competidor, para evitar la quiebra.
Rescate de Credit Suisse
Quien también se ha pronunciado este lunes por la mañana ha sido el consejero delegado de UBS, Ralph Hamers, que considera que la solución encontrada para rescatar a Credit Suisse por 3.000 millones de francos suizos, unos 3.037 millones de euros, aporta seguridad y estabilidad a los mercados y contribuye a defender la reputación de Suiza como centro financiero. «La adquisición significa que estamos devolviendo la estabilidad y la seguridad a los clientes de Credit Suisse. Pero también que defendemos la reputación del centro financiero suizo», ha indicado Hamers en una entrevista con SRF.
Ahora bien, el máximo dirigente de UBS ha evitado ofrecer detalles sobre los más que posibles ajustes de plantilla después de la adquisición, que sería lo más normal después de una fusión por absorción. Actualmente, Credit Suisse cuenta con unos 50.000 empleados, y Hamers ha señalado en la misma entrevista que siempre hay sinergias cuando se fusionan bancos y que un posible ERO no está sobre la mesa de momento.
Aun así, Hamers ha querido hacer hincapié en el hecho que las dos entidades tienen una cultura del riesgo diferente, por lo cual ve oportunidades para contener los riesgos en el futuro. En este sentido, ha señalado la importancia de transformar el negocio de banca de inversión de Credit Suisse en un «banco de inversión light», como ha hecho UBS. «No corremos tanto de riesgo», ha apuntado. «Estamos construyendo un UBS más grande con menos riesgo. Incluso después de la fusión, tenemos un buen índice de capital y un marco de apoyo del Banco Nacional», ha apostillado.