Lo producto interior bruto (PIB) de Cataluña creció un 2,9% en el primer trimestre de 2023, una décima menos de los datos avanzados el pasado 5 de mayo por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Este aumento se atribuye principalmente a la evolución del comercio exterior, puesto que las exportaciones totales en el extranjero crecieron un 15,5% interanual y las importaciones totales, un 8,7%. En cuanto a la demanda interna, aumentó un 0,8%, gracias a sobre todo el crecimiento del consumo a los hogares, que creció un 1,4%. Por otro lado, la tasa de variación del consumo de las administraciones públicas se mantiene estable y la de la formación bruta de capital aumenta un 0,2%.
La evolución de la economía catalana en el primer trimestre del año situó la tasa de crecimiento del PIB catalán en términos interanuales nueve décimas por debajo de la economía española (3,8%), y un punto y nueve décimas por encima de la Unión Europea (1,0%). Así lo ha publicado el Idescat, que también ha anunciado que la variación intertrimestral del PIB en Cataluña fue del 1,1%, seis décimas por encima de la tasa española (0,5%) y un punto más que la tasa intertrimestral de la UE (0,1%).
Exportaciones, la joya de la corona
Las exportaciones totales en el extranjero -la variable que hizo crecer más el PIB- presentaron una variación interanual positiva del 15,5%, el que equivale a una mejora respecto al trimestre anterior (7,5%). La evolución positiva del comercio exterior es consecuencia del aumento tanto de los bienes y servicios (12,3%) como del consumo de los no residentes (35,7%). En concreto, los bienes más cotizados han sido los relacionados con la industria de la automoción y la química.
En cuanto a las importaciones, la tasa interanual creció un 8,7%, lo que también se relaciona directamente con el buen comportamiento y el incremento de las importaciones de bienes y servicios (8,3%), así como de la evolución al alza del consumo de los residentes al extranjero (18,3%).
La demanda interna se estanca y la oferta crece
Por su parte, la demanda interna creció un 0,8%, a pesar de que todos sus componentes se comportaron de maneras diferentes. Primeramente, el consumo a los hogares -máximo exponente del aumento- mostró un crecimiento del 1,4%. Aun así, estas cifras demuestran una tendencia decreciente en comparación en otros trimestres anteriores. En cambio, el consumo de las administraciones públicas no registró variaciones respecto al año anterior.
En referencia a la oferta, la actividad industrial consiguió recuperarse de la caída del 2,9% del trimestre anterior. En el primer periodo del año, este sector consiguió un crecimiento del 3,6%. Por ramas de actividad, destacó la industria de la automoción y la fabricación de materiales y equipos eléctricos, según los indicadores de actividad del sector.
El sector servicios no remonta
El sector de los servicios incrementó su actividad un 3,0%, un punto y ocho décimas por debajo del trimestre anterior. De acuerdo con la estadística, los servicios jurídicos, las agencias de viajes y otras actividades profesionales, científicas y técnicas mostraron una dinámica más positiva de crecimiento. A la otra cara de la moneda, la Administración pública, educación, sanidad y servicios sociales mostraron una tasa de variación negativa del 0,7%.
En cuanto a la rama del comercio, transporte y hostelería aumentó un 6,8% más en comparación en el periodo anterior. Según los indicadores de actividad de los servicios, la restauración, la hostelería, el comercio al por mayor y el transporte aéreo son las ramas con un mayor adelanto este trimestre. Con una tasa de crecimiento del 1,9%, se quedó las actividades inmobiliarias, profesionales y otras. La construcción creció un 4,5%, un punto y tres décimas por encima del trimestre anterior (3,2%), y el sector agrario presentó una variación interanual de un -3,5%, y mantuvo la evolución negativa registrada en trimestres anteriores pero con menos intensidad.
