Las emociones y como interpretarlas han estado, hasta ahora, un hecho puramente humano. Nunca hasta la llegada de la inteligencia artificial (IA), la tecnología que nos rodea había estado capaz de detectar e interpretar las emociones o el estado emocional de personas. Actualmente, ahora sí que lo pueden hacer gracias a la llegada de la IA a los patrones de aprendizaje de estas, hasta tal punto que se puede combinar la emoción de una persona y transformarla en una obra de arte generada en aquel mismo momento.
Esto es posible y se ha desarrollado en Cataluña, donde tenemos uno de los centros de investigación en la visión artificial más importantes de Europa, el Centro de Visión por Computación, situado en Bellaterra. Este centra ha estado capaz de juntar esta detección de emociones, una tecnología que ya hace años que dominan, con la IA generativa, que ha desembocado en una aplicación que es capaz no solo de acertar tu estado de ánimo, sino que después capaz de generar una obra de arte relacionada con este ánimo.
La gran pregunta de esta es como se enseña a un aparato electrónico a detectar si alguien está contento, triste, serio o cualquier otro estado anímico. Sobre esto, el director del CVC, Josep Lladós, asegura al
Y qué aplicaciones tiene en el mundo real?
Todo ello sobro el marco teórico está muy bien, pero como toda investigación tiene que tener una vertiente práctica que pueda llegar al día a día de las personas. En esta línea, Lladó asegura que la tecnología para detectar emociones a través de la visión por computación tiene múltiples funcionalidades para ámbitos muy diversos, empezando por el ámbito educativo. El director del CVC explica que esta tecnología se puede aplicar, por ejemplo, y siempre con de educadores o psicólogos, para monitorizar alumnos con dificultades de concentración o TDAH, puesto que permite introducir estímulos y ver con qué se concentra más en la hora de estudiar o hacer las tareas de la escuela.
Fuera de las aulas también tiene otras aplicaciones como por ejemplo en el caso de los escaparates inteligentes, que si les añades esta tecnología pueden detectar las personas y sus emociones que lo están mirando y ofrecer un producto de la tienda u otro en función de las variables que quiera el comerciante. O por ejemplo, expone Lladós, en el marketing y la publicidad digital, que si se aplica la tecnología en cuestión puedan detectar qué anuncios lanzar al espectador o no.
Por último, Lladós también asegura que esta misma tecnología puede servir para detectar si una persona está mentido o no, por ejemplo, en una entrevista de trabajo o un juicio, hecho que puede ayudar mucho en la hora de decidir si contratar una persona o no. O por ejemplo también puede servir para saber si estás generando interés en una persona y saber hacia donde reconducir la conversación, hay multitud de posibilidades siempre que se involucren personas y una cámara de video o foto.