CaixaBank sigue apostando para culminar, de una vez por todas, la unión bancaria europea ante las turbulencias que ha vivido el sector bancario en las últimas semanas. A la vez, pero la compañía ha defendido la resistencia del sistema bancario español ante la volatilidad sufrida por el sector en Bolsa. Así lo han expuesto el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, durante la junta de accionistas celebrada este viernes en Valencia.
Lo primero a intervenir ha estado Goirigolzarri que ha reclamado que se complete la unión bancaria europea, la necesidad de la cual han vuelto «a poner de manifiesto» las turbulencias financieras de las últimas semanas. Goirigolzarri ha considerado que «sería muy importante acelerar la creación del fondo de garantía de depósitos europeo» como medio para evitar una eventual retroalimentación entre riesgo bancario y riesgo soberano.
Además, el presidente de CaixaBank ha planteado este hecho como respuesta a la volatilidad que ha sufrido el sector bancario a la bolsa en los últimos tiempos a raíz de la quiebra de varios bancos norteamericanos y de la quiebra posterior de Credit Suisse. Aun así, Goirigolzarri ha asegurado que la banca española «está muy bien preparada y tiene una enorme fortaleza para enfrentarse a este tipo de situaciones» a diferencia de la crisis iniciada en 2008.
La resistencia del sistema es superior a hace 10 años
Por su parte, Gortázar ha asegurado que «las posiciones de solvencia son muy superiores a los de hace una década y el nivel de resistencia del sistema es muy alto». En esta línea, lo CEO de CaixaBank ha defendido que la resistencia del sistema bancario es «un bien común para todos, para el país», puesto que el sistema financiero es una fuente de confianza.
En cuanto al futuro, Gortázar ha asegurado que, de cara a 2023, prevé un «entorno complejo» y que la prevista desaceleración del crecimiento de la economía española tendrá un impacto en la actividad del grupo. En este sentido, el directivo ha augurado que la inflación afectará la base de costes, que no se podrán reducir como en 2022, sino que aumentarán.
Se mantienen los objetivos financieros
Durante el discurso inaugural de la junta de accionistas, Goirigolzarri también ha añadido que los resultados de la entidad en 2022 permiten pensar que se conseguirán los objetivos financieros previstos a cierre de 2024. Y que, por lo tanto, la entidad prevé una rentabilidad sobre recursos propios superior al 12%, una mejora de la eficiencia para situarla por debajo del 48%, y mantener la posición de capital y solvencia, «con el objetivo de generar capital disponible para distribuir 9.000 millones de euros en el periodo».
En cuanto a la productividad, Goirigolzarri ha asegurado que considera necesario que a medio y largo plazo se tengan en cuenta los retos a los cuales se enfrenta la economía española. Además, ha advertido que España continúa manteniendo ratios de deuda sobre PIB muy elevados, y un déficit estructural próximo al 4%, que «no se ha conseguido corregir en ningún momento en la última década».
CaixaBank sigue apostando por las hipotecas a tipo fijo
Durante su discurso también ha hablado de las hipotecas, un producto financiero que se ha visto fuertemente afectado por la reciente política monetaria del Banco Central Europeo. Sobre esto, Gortázar ha dicho que casi el 90% de las hipotecas firmadas en 2022 por la entidad fueron a #tipo fijo, porcentaje que logra el 75% en los últimos siete años. Además, ha defendido que la mayor parte de las hipotecas variables que forman parte de la cartera de la entidad están firmadas antes de 2012, por lo cual ya se ha amortizado una parte del capital y la subida de tipo tendrá un impacto «limitado» entre los clientes de la entidad. Sin embargo, ha querido mostrar prudencia y ha avanzado que habrá un «cierto deterioro de los préstamos por el ciclo económico».
