L'escapadeta
Ni minas de sal ni cueva del Diablo: este rincón desconocido de Tarragona ofrece magia, leyendas y una aventura subterránea espectacular

El corazón humano siempre ha sentido una atracción especial por lo que se esconde bajo tierra. Las entrañas de la roca, el silencio húmedo de las cuevas y el misterio de la oscuridad han sido, a la vez, fuente de miedo y de fascinación. ¿Quién no ha soñado alguna vez con un viaje al centro de la Tierra, como describía Jules Verne, descubriendo paisajes ocultos que parecen desafiar las leyes de la física?

Entre leyendas y curiosidad

Cataluña está llena de cuevas conocidas: la Cueva del Diablo, las minas de sal de Cardona o las galerías de Montserrat. Pero hay un rincón menos famoso que esconde tanta belleza como cualquier otro. En medio del Baix Ebre, este lugar ofrece al visitante no solo un espectáculo natural, sino también un hilo invisible que conecta con la historia y las leyendas del territorio.

El descubrimiento no es antiguo, sino relativamente reciente. En el año 1968, un grupo de espeleólogos del Centro Excursionista de Gràcia se adentró en un terreno kárstico y se topó con un universo que parecía sacado de un cuento fantástico. Lo bautizaron con un nombre que no engaña: Coves Meravelles.

Las Coves Meravelles de Benifallet: un mundo de piedra que crece en todas direcciones

Este sistema subterráneo lo forman seis cavidades calcáreas. El agua, con su paciencia infinita, ha ido filtrándose por las grietas de la roca durante miles de años, modelando un paisaje interior que deja boquiabierto. Estalactitas, estalagmitas, columnas y coladas decoran las paredes con formas caprichosas.

Pero lo que realmente sorprende son las excéntricas: formaciones que desafían la gravedad, creciendo en direcciones imposibles, como raíces que cuelgan hacia un lado o que trepan hacia arriba como si quisieran huir del subsuelo. Esta anarquía geológica convierte cada rincón en una escultura viva.

Les Coves Meravelles de Benifallet
Les Coves Meravelles de Benifallet

La magia de las salas

Desde 1995, este tesoro está abierto al público. El recorrido visitable permite recorrer unos 200 metros de los 510 explorados, con pasarelas de madera y una iluminación tenue que no daña el delicado ecosistema. La visita guiada, de unos 45 minutos, es un viaje sensorial.

La primera parada es la Sala dels Llapis, bautizada así por las filas de estalactitas finísimas que cuelgan del techo como si fueran lápices blancos. En el centro, una esbelta estalagmita atrae todas las miradas, casi como una escultura colocada expresamente.

Más adelante, la Sala de l’Amfiteatre sorprende con pequeños pozos de agua calcificada en forma de gradería. La luz se refleja creando juegos visuales que hacen creer que la roca se mueve suavemente.

Y llega uno de los momentos más especiales: la Sala de la Música. Aquí, las estalactitas son tan numerosas que algunas emiten sonidos cuando se golpean suavemente, como un xilófono natural que resuena con ecos antiguos. Un recuerdo sonoro que queda grabado tanto como las imágenes.

Una segunda cueva con memoria histórica

El complejo no termina aquí. Al lado, está la Cova del Dos, menos espectacular desde el punto de vista geológico pero llena de interés histórico.

Se han encontrado restos de ocupación humana del Neolítico, y durante la Batalla del Ebro, en plena Guerra Civil, fue refugio improvisado para soldados y vecinos. Aún hoy, en algunos rincones, se pueden ver marcas e inscripciones hechas a mano, testimonios mudos de aquellos días convulsos.

Es conmovedor imaginar cómo un lugar tan silencioso fue escenario de esperanza y de miedo, de vida cotidiana escondida entre las sombras.

Cómo llegar a la Cueva de Benifallet

Estas cuevas se encuentran en el término municipal de Benifallet, en el Baix Ebre, muy cerca del río. Desde Barcelona, el viaje dura unas 2 horas y 20 minutos en coche: solo hay que tomar la AP-7 y, a la altura de Amposta, enlazar con la C-12 hasta el pueblo. Desde Lleida, el camino es más corto y directo: una hora y 45 minutos por la misma C-12.

Llegar ya es parte de la experiencia, porque la carretera sigue el curso del Ebro, regalando vistas de riberas verdes y montañas que se abren al paso del río.

El valor de un tesoro subterráneo

Visitar las Coves Meravelles es mucho más que ver formaciones geológicas curiosas. Es entrar en un universo de silencio, oscuridad y frescura que contrasta con la luz y el calor de la superficie. Es dejarse sorprender por la creatividad de la naturaleza, que ha necesitado siglos para esculpir cada detalle.

También es un viaje al pasado: del Neolítico a los episodios dramáticos del siglo XX, la cueva ha sido refugio, testimonio y memoria. Hoy, abierta al público, se convierte en una lección viva de cómo la naturaleza y la historia pueden convivir en un mismo escenario.

Consejos para disfrutar las Coves Meravelles de Benifallet

  • Lleva calzado cómodo: el suelo está acondicionado, pero el ambiente es húmedo.
  • La temperatura interior es fresca, alrededor de los 16 grados, ideal en verano pero quizá fría en invierno.
  • Reserva con tiempo: las visitas son guiadas y con plazas limitadas.
  • No olvides la cámara: la luz suave y las formaciones crean imágenes espectaculares.

Una escapada que vale la pena

Las Coves Meravelles de Benifallet son un recordatorio de que, bajo tierra, hay un mundo igual o más sorprendente que el que vemos en la superficie. Quizá no son tan conocidas como otras cuevas de Cataluña, pero tienen un encanto que las hace únicas: la combinación de misterio geológico, belleza natural y memoria histórica.

Un lugar donde la naturaleza se ha tomado su tiempo para escribir una historia de piedra y agua, y donde el ser humano ha dejado también sus huellas. ¿Y tú, te atreverías a adentrarte en esta aventura subterránea para descubrir uno de los tesoros escondidos de Tarragona?

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