El calor del verano pide refugios naturales y refrescantes, y a solo 40 minutos de Barcelona se puede encontrar una escapada ideal: una ruta sencilla y familiar que combina arroyos con pequeñas piscinas naturales, puentes colgantes y la impactante presencia de un embalse pintoresco. Todo esto, en el exterior de un espacio protegido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera: el Parque Natural del Montseny.
En esta experiencia, no encontrarás ruido urbano, ni aglomeraciones; solo la naturaleza en estado puro. Y, como ocurre a menudo, lo mejor está bien escondido bajo unos pocos árboles antes de llegar al punto álgido del recorrido… un momento que te hará olvidar el calor y desconectar por completo.
Un inicio entre árboles y frescura
El camino comienza en el aparcamiento de Can Domènech, en Cànoves i Samalús, donde te adentras en un bosquecillo de pinos y alisos. Aquí, el Paseo Fluvial Antoni Crous sigue el curso de la riera de Vallforners —un afluente de la riera de Cànoves— con un aroma de menta del bosque que acompaña cada paso. El terreno es suave, ideal para todos los niveles, y el murmullo del agua casi te llama para que lo sigas hasta el siguiente punto clave.
Puentes de madera y primer contacto con el agua
Poco a poco, el sendero te adentra por zonas donde el agua crea piscinas naturales idílicas. Protectoras, poco profundas y perfectas para mojarte —especialmente en días de calor intenso. Pero el momento que despierta constancia física y una pequeña exclamación colectiva es el puente colgante: una pasarela entre dos lados, ligeramente móvil, que provoca risas y puntos de vértigo moderado. Es la promesa de aventura en plena naturaleza, hecha ruta de fin de semana en familia.
Embalse: destino final y mirador natural
Más adelante, la ruta desemboca en el embalse de Vallforners, situado entre las sierras del Montseny. Esta balsa, construida en los años 80, ofrece una imagen de tranquilidad y belleza: aguas turquesas rodeadas de encinas y robles. No está permitido bañarse, pero es la excusa perfecta para hacer un picnic o simplemente sentarse a contemplar el entorno.
Reserva de la Biosfera Montseny
Todo esto tiene lugar dentro del Parque Natural del Montseny, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 1978, un título que reconoce la riqueza biológica y paisajística de una zona con norte tropical y sur mediterráneo. Este reconocimiento avala el equilibrio entre actividades humanas y preservación ecosistémica. La diversidad de flora —desde pinos y encinas hasta bosques de hayas— y fauna crea un escenario vivo y equilibrado.

No solo el final provoca admiración
Para los más atrevidos, hay rutas secundarias como la que lleva al majestuoso Castaño de Can Cuch, un árbol monumental con un tronco hueco usado históricamente como refugio natural. Es un ejemplo más de la conexión con el paisaje ancestral del Montseny y un símbolo de la historia viva que rodea toda la experiencia.
Cómo llegar desde Barcelona
La ruta es muy accesible: tomas la C-17 en dirección a Vic, salida 12 hacia Cardedeu y sigues la BV-5108 hasta Cànoves i Samalús; luego, por el camino local hasta Can Domènech. En unos 40-45 minutos te encontrarás rodeado de naturaleza y agua, dejando atrás el calor urbano.
¿Por qué esta ruta es una experiencia única?
- Accesibilidad y comodidad: sin necesitar grandes preparativos ni equipo especial, solo se necesita ropa cómoda, calzado para mojarse y una botella de agua.
- Diversión para todos: piscinas naturales, puentes y zonas de picnic hacen de la ruta una actividad apta para familias, parejas o grupos de amigos.
- Sensación de lejanía cerca de la ciudad: a pesar de estar tan cerca de Barcelona, el bosque, el agua y el silencio ofrecen un distanciamiento total.
- Valor ecológico: se trata de una incursión en una zona protegida, con retorno responsable y respeto por los caminos señalizados y la biodiversidad.
- Beneficios físicos y mentales: caminar, refrescarse, aire puro y paisajes verdes son una combinación perfecta para el verano.
Consejos esenciales
- Equípate con calzado resistente al agua y ropa cómoda.
- Evita días de lluvia por posible crecida del arroyo. Consulta la previsión meteorológica antes.
- Lleva desayuno o merienda, así aprovechas zonas tranquilas para hacer un picnic.
- Respeta el bosque y no hagas ruido; recuerda que es un hábitat vivo protegido.
- Llega temprano los fines de semana; el aparcamiento puede llenarse.
Esta escapada de menos de una hora recompensa con agua, vegetación, aventuras sobre pasarelas y un paisaje reservado por la UNESCO. Es la oportunidad perfecta para escapar del asfalto, sumergirse en la frescura natural y disfrutar de un día diferente sin alejarse de la ciudad.
¿Y tú, te atreves a descubrir este rincón secreto? Toma la mochila, ponte calzado adecuado y déjate llevar por el sonido del agua y el balanceo del puente.

