Hay lugares que, solo al entrar, te hacen olvidar completamente dónde estás. El aire cambia, el ruido exterior se desvanece y, de repente, te encuentras inmerso en otro mundo. Aquí, el frío te susurra al oído, los colores son de un blanco intenso y los sonidos vienen de muy lejos… o quizás del sur profundo.
Cuando el Polo Sur está al alcance de la mano
No hace falta abrigarse con tres capas ni comprar un billete de avión hasta el otro extremo del planeta. Esta aventura te lleva directamente a los glaciares antárticos desde uno de los lugares más insospechados: la cúpula de un centro comercial emblemático. Solo cruzar la puerta, te sientes listo para embarcarte hacia tierras donde el silencio solo lo rompen los gritos de los pingüinos y el crujir del hielo.
Un viaje con sello cinematográfico
La experiencia es mucho más que una exposición: es un documental inmersivo creado a partir de las grabaciones inéditas de Luc Jacquet, director y científico premiado con un Oscar por El viaje del emperador. Aquí, la divulgación científica se mezcla con el espectáculo, y te conviertes en protagonista de un viaje que comienza en un muelle de la Patagonia y te lleva a través del continente blanco.
Los sonidos reales del deshielo, el viento y las olas te transportan sin filtros. A cada paso, la escenografía y la tecnología te recuerdan que el rigor y la belleza pueden ir de la mano.
Espacios para descubrir y jugar
El itinerario cubre unos 1.800 metros cuadrados llenos de rincones donde el hielo toma formas inesperadas. Puedes deslizarte por un tobogán como si fueras un pingüino, atravesar pasillos de espejos que simulan glaciares, tumbarte sobre cojines dentro de la parte sumergida de un iceberg o saludar a unos enormes inflables con forma de focas y pingüinos.
Y si eres de tocar y sentir, hay zonas donde puedes adoptar un compañero de viaje en forma de peluche que te acompañe hasta el final del recorrido.
Momentos para el recuerdo
Uno de los puntos culminantes es la llegada al Polo Sur Ceremonial, una recreación minuciosa del pequeño monumento y su simbología. Es aquí donde entiendes que, a pesar de estar en pleno centro de Barcelona, la magia de este viaje te hace sentir a miles de kilómetros.
Consejos para disfrutarlo al máximo
Yo voy sin prisa, y te aconsejo hacer lo mismo: el recorrido oficial dura una hora, pero si te detienes en cada detalle, puedes alargarlo fácilmente. La capacidad máxima es de 300 personas, con entradas cada diez minutos, así que nunca te sentirás invadido por la multitud.
Lleva la cámara bien cargada, pero recuerda también guardarla de vez en cuando: hay instantes que vale más vivir con los ojos que con la pantalla.
Un nuevo espacio para muchas más aventuras
Esta experiencia es solo la primera de muchas que acogerá Giga Barcelona, un nuevo espacio dedicado a propuestas inmersivas bajo la cúpula de las Arenas. Sus responsables ya trabajan en futuras instalaciones sobre astronomía, biología o arte, aprovechando el potencial visual y creativo de este entorno privilegiado.
Por qué deberías visitarlo
Porque es divertido, sorprendente e instructivo a la vez. Porque combina juegos, arte y ciencia de una manera que fascina tanto a niños como a adultos. Y porque, en un día caluroso de Barcelona, nada se parece más a una escapada refrescante que perderte entre hielo y pingüinos sin salir de la ciudad.
Si quieres desconectar y viajar lejos sin moverte mucho, esta es tu oportunidad. Yo ya he estado, y aún me parece sentir el crujir del hielo bajo mis pies. ¿Tú, cuándo irás?
