Cuando el termómetro sube y la ciudad se vuelve sofocante, el cuerpo pide una tregua. No hacen falta grandes planes ni kilómetros por delante: a pocos minutos de Tarragona, hay lugares donde la frescura, la calma y la naturaleza te esperan sin hacer ruido. Rincones que parecen pensados para bañarse en aguas claras, respirar aire puro y olvidar el reloj. Descubre una de las calas más bonitas de Cataluña en la Costa Dorada.
Un refugio natural al alcance
Imagina un sendero estrecho entre árboles, una pasarela de hojas y sombras verdes que te guía a paso lento mientras el agua murmura a tu lado. Esto es exactamente lo que te ofrece Farena, un pueblo con encanto enclavado en las Montañas de Prades. Un punto de partida ideal para una escapada que conecta con lo esencial.
Dónde comienza la aventura
Después de dejar el coche en el pequeño aparcamiento del pueblo, la ruta comienza sin prisas por un camino forestal fácil de seguir. No tiene pérdida. Es un camino apto para todos: familias con niños, parejas, grupos de amigos… incluso si no estás muy acostumbrado a caminar.

El trayecto, de unos 20 minutos, transcurre entre pinares frondosos, senderos sombríos y aroma a tierra húmeda. Cada paso te lleva más cerca de lo que vendrá.
El Toll de l’Olla: un rincón que enamora
Cuando el ruido del agua comienza a ser constante, ya estás cerca. Y de repente, el camino se abre y descubres el Toll de l’Olla. Una piscina natural preciosa, alimentada por el río Brugent, rodeada de rocas y vegetación.

El agua es clara y fresca. No exageramos si decimos que parece de un anuncio. Hay zonas donde da el sol y otras con sombra generosa. Perfecto para sentarse, leer, tomar el sol o, simplemente, mirar cómo el agua brota.
Consejos para disfrutarlo al máximo
Hay quienes lo toman como una aventura, otros como una pausa. Seas como seas, estos consejos te ayudarán:
- Ve temprano, sobre todo los fines de semana. Evitarás aglomeraciones y tendrás el lugar casi para ti solo.
- Lleva calzado cómodo y que pueda mojarse. Algunas rocas resbalan.
- No te olvides del bañador, la toalla y protección solar.
- Agua, fruta y quizá un bocadillo. No hay servicios alrededor, y un picnic improvisado junto al río siempre hace ilusión.
- Y sobre todo: respeta el entorno. Es un espacio protegido y mágico. Si lo cuidamos, podremos disfrutarlo mucho tiempo.
Una excursión que gusta a todos
Hay rutas más duras, más largas, con más desnivel. Esta no es una de ellas. Pero tiene algo especial. Es fácil, corta, bonita y sorprendente. Y lo mejor: es para todos.
Los niños se lo pasan genial con el agua. Los adultos descubren el placer de sentarse en silencio, sin notificaciones ni prisas. Y si vas solo, mejor aún. Puedes escuchar, observar, sentir.
Cómo llegar sin complicaciones
Desde Tarragona, toma la C-14 en dirección a Montblanc y sigue hasta la desviación hacia Farena. Una vez en el pueblo, todo está señalizado.
Cuidado con el aparcamiento. Hay espacio habilitado, pero fuera de los límites te puedes llevar una multa. Y no sería el mejor recuerdo de la excursión…
Un baño diferente, un día completo
Si eres de los que siempre busca playas nuevas, piensa en esto como una alternativa con encanto. No hay arena ni olas, pero sí agua limpia, rocas cálidas y naturaleza viva. Es ideal para hacer una pausa y reconectar con lo que nos rodea.
Y si te quedas con ganas de más, la zona ofrece otras caminatas, pueblos de cuento y paisajes de postal. Pero solo con el Toll de l’Olla, ya tendrás el día hecho.
El plan perfecto para este verano
No hacen falta grandes planes ni grandes presupuestos. Solo ganas de descubrir y disfrutar. Esta piscina natural es una de esas joyas que, cuando las encuentras, ya no olvidas.
Si aún no has estado, este verano puede ser tu oportunidad. Y si ya la conoces… seguramente te estás planteando volver pronto.