L'escapadeta
Ni Cadaqués ni Calella: la cala secreta de la Costa Brava que National Geographic considera una auténtica joya

Hay lugares que pasan desapercibidos a los ojos de la mayoría, pero que, para algunos afortunados, se convierten en escenarios memorables. Rincones que, sin hacer ruido, roban el corazón de quien se acerca a ellos. Y es justamente este silencio y discreción lo que los hace aún más especiales.

Cuando el verano despierta, la Costa Brava se enciende

Con la llegada del calor, los planes cambian. Donde antes reinaban las escapadas a la montaña, ahora triunfan los días de mar, arena y bañador. Y entre todas las opciones del litoral catalán, la Costa Brava siempre sabe hacerse un lugar entre los favoritos.

Pero este año, una cala poco conocida ha llamado la atención de una de las publicaciones más influyentes del mundo del viaje: National Geographic. Y cuando ellos señalan un lugar como especial, hay que prestar atención.

Un lugar que parece dibujado a mano

Este pequeño oasis, rodeado de pinos, acantilados y aguas translúcidas, ofrece exactamente lo que muchas personas buscan sin saberlo: tranquilidad, belleza salvaje y sensación de autenticidad. A diferencia de las playas grandes y concurridas, aquí reina un silencio casi meditativo.

Cala secreta de la Costa Brava
Cala secreta de la Costa Brava

El agua cambia de tonalidad según el sol y el momento del día: del verde esmeralda al azul turquesa, como si fuera una paleta de acuarela en constante transformación. Y la vegetación que la rodea contribuye a crear un ambiente que recuerda más a una isla remota que a un enclave de la Costa Brava.

Una cala discreta pero privilegiada

¿Pero dónde se encuentra exactamente este tesoro? A solo una hora y media de Barcelona, en pleno corazón de la comarca de la Selva, dentro del término municipal de Tossa de Mar. Conocido por sus murallas medievales y sus calas espectaculares, Tossa es un destino consolidado. Pero, aun así, conserva espacios escondidos que sorprenden.

Cala Pola
Cala Pola

Y aquí es donde entra en escena Cala Pola. Una playa que no destaca por su tamaño, pero sí por la armonía visual y la atmósfera pausada que se respira en ella.

Cala Pola, el secreto mejor guardado de Tossa de Mar

Con poco más de un centenar de metros de longitud, Cala Pola consigue cautivar sin esfuerzo. Rodeada de pinos, rocas y vegetación autóctona, mantiene una estética prácticamente virgen. A pesar de su proximidad a zonas más turísticas, conserva un aire recogido y poco explotado.

Su ubicación, un poco apartada, la mantiene protegida de las grandes aglomeraciones, lo que la convierte en una opción perfecta para quien busca un día de calma y conexión con el entorno. Y no solo es bonita a la vista, sino también perfecta para el esnórquel, gracias a la claridad de las aguas y la presencia de vida marina.

Reconocimiento internacional

Lo que ha llamado la atención de National Geographic no es solo la belleza del paisaje, sino también el equilibrio entre naturaleza y turismo responsable. Han destacado la cala como una de las playas más impresionantes de España, y eso, en un país con más de 8.000 kilómetros de costa, no es poca cosa.

Este reconocimiento internacional podría hacer que más gente se fije en Cala Pola, pero por ahora aún mantiene esa magia de lugar semisecreto que tan difícil es de encontrar hoy en día.

Una experiencia más allá del baño

A pesar de su tamaño modesto, Cala Pola forma parte de un entorno que ofrece mucho más: desde rutas de senderismo que serpentean por el litoral, hasta un camping muy cercano que proporciona servicios básicos sin romper el encanto del paisaje. En invierno, la zona invita a paseos solitarios y fotografías silenciosas. En verano, se transforma en un pequeño refugio de paz.

Escaladora a la Cala Pola
Escaladora a la Cala Pola

Los más activos pueden explorar las calas vecinas, hacer kayak o simplemente sentarse en la arena y observar el lento paso de las barcas. Es una cala que se adapta a cada alma: la contemplativa, la deportista o la que simplemente busca descansar.

Un lugar que habla en voz baja

En un mundo cada vez más ruidoso, lugares como Cala Pola tienen un valor que va más allá de su belleza. Es un espacio que no grita, pero enamora. Que no se promociona, pero deja huella. Y ahora, con el aval de National Geographic, quizás es el momento de descubrirla… antes de que lo haga todo el mundo.

Si este verano buscas un destino diferente, auténtico y visualmente cautivador, quizás no necesitarás cruzar fronteras. A veces, el paraíso está más cerca de lo que piensas. Solo hay que saber escucharlo.

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