Y además, guarda una historia cinematográfica. Situado en Canet de Mar, el Castillo de Santa Florentina es considerado uno de los más espectaculares de España por su combinación única de estilos.
Sobre una antigua villa romana, se levanta hoy una estructura reinventada por el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, que incluso ha cautivado a Hollywood.
Una historia que comienza con Roma
Mucho antes de que se levantaran torres, almenas y vitrales, en este lugar había una villa romana. Se trataba de una domus fortificada, estratégicamente situada en un punto elevado del litoral catalán. Durante siglos, este asentamiento fue testigo de intercambios comerciales, defensa costera y vida agrícola.
Con el paso del tiempo, lo que fue una villa romana se transformó en masía fortificada en el siglo XI. Su función principal: proteger a los habitantes de los ataques piratas que azotaban el Mediterráneo. Las primeras estructuras medievales dieron paso a una arquitectura de defensa, con muros altos, torreones y un marcado carácter rural.
Este origen doble —romano y medieval— es lo que hace tan especial a Santa Florentina. Desde sus cimientos, el lugar conserva una memoria arquitectónica que atraviesa más de mil años.
El renacimiento modernista de Domènech i Montaner
A comienzos del siglo XX, el editor y empresario Ramón de Montaner adquirió la propiedad. Visionario y amante del arte, decidió convertirla en un símbolo de belleza y cultura. Para hacerlo, encargó la restauración y ampliación del castillo a su sobrino: Lluís Domènech i Montaner, uno de los grandes arquitectos del modernismo catalán.
Domènech i Montaner no solo respetó la esencia gótica y medieval del edificio, sino que lo enriqueció con elementos característicos del modernismo. Introdujo vitrales coloridos, esculturas simbólicas, piedra tallada y detalles en hierro forjado que conviven con lo antiguo de manera armoniosa.
Uno de los elementos más destacados son las gárgolas, obra del escultor Carles Flotats i Galtés, que decoran las fachadas con expresiones que parecen observar a los visitantes. El mármol y la madera se integran en los interiores con una elegancia que recuerda a los palacios centroeuropeos.
El resultado fue un edificio de ensueño: un castillo que no solo conserva su identidad defensiva, sino que ahora muestra una estética artística de alto valor patrimonial.

De la Edad Media a Juego de Tronos
El Castillo de Santa Florentina no solo ha fascinado a arquitectos e historiadores. En años recientes, Hollywood también lo descubrió. El equipo de producción de Juego de Tronos eligió esta fortaleza como escenario para representar la residencia de la Casa Tarly en la sexta temporada de la serie.
La estructura del castillo, con sus torres cilíndricas, murallas rodeadas de vegetación y un entorno que parece detenido en el tiempo, fue ideal para dar vida a uno de los feudos de Poniente. Esta aparición en pantalla lo catapultó al radar internacional, atrayendo fans de todo el mundo.
Tras el rodaje, el castillo fue restaurado cuidadosamente y hoy es considerado uno de los enclaves más exclusivos para celebraciones privadas, filmaciones y eventos culturales. Un ejemplo perfecto de cómo la historia y la modernidad pueden convivir y revalorizar el patrimonio.
Visitar el castillo hoy
Quienes llegan a Canet de Mar y se adentran en el castillo descubren mucho más que un escenario de serie. En el interior, Santa Florentina ofrece un recorrido por salas nobles, pasillos empedrados, mobiliario de época y obras de arte que cuentan su historia plural.
Se pueden realizar visitas guiadas con reserva previa, donde se explica la evolución del edificio, sus detalles artísticos y su función a lo largo de los siglos. También se ofrecen audioguías en varios idiomas y actividades culturales abiertas al público.
Situado a poco más de 45 minutos de Barcelona, el acceso es sencillo tanto en tren como en vehículo privado. Su ubicación, rodeado de bosques y a pocos metros del mar, lo convierte en un escenario casi mágico para quien quiere conectar con el pasado sin salir de Cataluña.
El valor oculto de los castillos catalanes
Cataluña cuenta con decenas de castillos que, como Santa Florentina, combinan historia y belleza, pero muchos permanecen fuera del radar turístico habitual. Esta joya de Canet de Mar demuestra que no es necesario viajar lejos para descubrir una arquitectura única, viva y con siglos de relatos por contar.
Santa Florentina no es solo un castillo: es un símbolo de cómo el patrimonio puede renovarse sin perder su alma, de cómo el románico, el medieval y el modernismo pueden convivir en armonía.
¿Cuántos castillos como este aún esperan ser redescubiertos?
El castillo donde el tiempo se ha detenido
Tal vez nunca habrías imaginado que uno de los castillos más espectaculares de España estaba tan cerca.
Tal vez tampoco sabías que combinaba historia, arte y cine en un solo lugar.
Hoy es el momento de redescubrirlo y dejarte conquistar.
¿Lo conocías? ¿Has visitado algún otro castillo oculto de Cataluña? ¡Comparte, comenta o planifica tu próxima escapada!