L'escapadeta
Cales turquesas y mansiones con vistas: la ruta secreta de la Costa Brava que enamora a las celebridades

Este verano, Cataluña esconde una ruta costera que es mucho más que un paseo entre pinares y miradores: es un descubrimiento de calas turquesas, arquitectura refinada y escenarios que cautivaron a las grandes estrellas del cine. Pero el secreto está a punto de revelarse. Primero, adéntrate entre rocas, aromas e historia antes de que llegue la sorpresa.

Camino entre pinos y mar

La ruta transcurre entre Sant Feliu de Guíxols y S’Agaró, siguiendo el camino de ronda integrado en el GR‑92. Dentro del bosque, las calles asfaltadas dan paso a escaleras de piedra y senderos flanqueados de pinos y aromáticas. Desde el inicio, el sonido del oleaje acompaña cada paso y el olor a romero y tomillo acompaña el aire salado del Mediterráneo.

Miradores para compartir con el mar

Antes de descubrir lo que esconden las calas, el paseo te lleva a miradores privilegiados. Escaleras metálicas que bajan a los escarpados rocosos, pequeños balcones naturales donde detenerse a disfrutar del azul infinito. Aquí, la sensación de privacidad es absoluta: la costa se abre lentamente, cala tras cala, rodeada de acantilados. El sendero no presiona, invita a descubrir sin prisa.

Y de repente… el lujo novecentista emerge

A mitad de camino aparece una sencilla edificación de rocas y elegantes líneas: es el reconocido Hostal de la Gavina, un palacete diseñado por Rafael Masó entre 1924 y 1929, encargado por Josep Ensesa i Gubert. Con una estética novecentista, acogió a personalidades como Ava Gardner, Elizabeth Taylor u Orson Welles, y sirvió de plató para películas como Pandora and the Flying Dutchman. Su silueta elegante y los jardines que lo rodean evocan una villa mediterránea de glamour atemporal.

Y de repente el lujo novecentista emerge

El paraíso de las calas secretas

A continuación del palacete comienza el tramo más agreste del camino: calas como la diminuta Cala Jonca, Cala des Cranc o Cala dels Mussol, escondidas entre rocas y sin vistas ni comodidades —salvadas solo por la accesibilidad improvisada desde las alturas. Estas pequeñas gemas turquesas, de arena o guijarros, son espacios casi vírgenes, ideales para baños tranquilos lejos de masificaciones.

Un paseo con compromiso natural

Durante todo el trayecto, el bosque de pino piñonero y los matorrales reales incluyen vegetación autóctona como lentisco, romero y jara. Esta flora no solo embellece el paisaje, sino que contribuye a la preservación de la biodiversidad y proporciona refugio a muchas especies autóctonas.

La cala final y regreso entre historia y mar

Hacia el final, el sendero culmina en Sa Conca, una playa más abierta y accesible, atravesada por el inacabado espejismo de la cala de Maset. Aquí el camino se hace más urbano, sin perder el encanto: pasarelas, fachadas de villas nobles y jardines ajardinados mantienen viva la escena urbana del litoral. La ruta completa, que puede durar entre una y dos horas caminando sin prisas, permite jugar con la distancia: hacerla de un solo tramo o hacerla lineal hasta S’Agaró.

Cómo llegar y recomendaciones prácticas

El acceso se puede hacer desde Sant Feliu de Guíxols o S’Agaró. Desde Barcelona, toma la C‑31 hasta el Baix Empordà. En Sant Feliu de Guíxols encontrarás aparcamientos públicos cerca del puerto. Durante el verano, el calor a veces es intenso, así que hay que hidratarse y llevar gorra y protección solar. Y no olvides respetar el camino y evitar dejar basura.

Una escapada que combina mar, historia y cultura

La magia de esta ruta está en su dualidad: comenzar con una voz natural y firme, y ver cómo esta se convierte en escenario de palacetes, cine y estrellas. Es un viaje íntimo – ideal para parejas, familias o caminantes buscando un contraste entre la Costa Brava más pura y su cara más glamorosa.

¿Por qué hacerla este verano?

  • Conexión con la historia del cine – recorres lugares que acogieron a Ava Gardner, Elizabeth Taylor u Orson Welles,
  • Arquitectura y naturaleza integradas – Rafael Masó y Josep Ensesa i Gubert idearon un espacio donde villas elegantes conviven con pinos y mar.
  • Escenario costero poco masificado – calas como Cala Jonca o Cala Maset ofrecen intimidad y belleza.
  • Ruta asequible – accesible para toda la familia, con combinación de tramos fluviales, escaleras y pasarelas.

No se trata solo de una caminata. Es un relato en dos actos: la naturaleza por definición y el glamour cinematográfico. Es una invitación a redescubrir la Costa Brava con una mirada nueva – la que tuvieron Ava Gardner y compañía cuando pusieron su mirada aquí. Es un viaje que comienza entre pinos y acaba entre palacetes con vistas al mar.

¿Quieres una escapada que sea historia, mar y redescubrimiento? Esta es tu ruta secreta del verano.

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