Descubre a solo una hora de Barcelona un paraíso costero que ha cautivado incluso a National Geographic, que la describe como “uno de los paisajes más bonitos de la Costa Brava”. Esta cala secreta combina aguas cristalinas, acantilados impresionantes y un ambiente tranquilo que invita a desconectar del ritmo frenético de la ciudad.
En la provincia de Girona, muy cerca de Barcelona, se esconde este rincón que parece diseñado para perderse sin prisas. Ideal para escapadas de un día, es accesible en coche en poco más de una hora y ofrece un viaje a un paisaje casi virgen, donde el Mediterráneo muestra su lado más salvaje y fotogénico. La ruta hasta la cala está llena de pueblos con encanto y vistas marinas espectaculares que convierten el trayecto en parte de la experiencia.
Dónde está y cómo llegar
Situada en la Costa Brava, esta cala se encuentra en el término municipal de Lloret de Mar, a unos 75 kilómetros de Barcelona. Se puede llegar fácilmente en coche por la C-32 hasta Blanes y luego por la GI-682, que serpentea a lo largo de la costa ofreciendo vistas inolvidables.
El trayecto dura aproximadamente una hora y permite combinar la visita con otros atractivos de la zona. También es posible llegar en transporte público hasta Blanes o Lloret y, desde allí, moverse con autobús local o taxi. Muchos visitantes prefieren ir en coche para poder descubrir otras calas cercanas y detenerse en miradores.
Para los más aventureros, hay caminos costeros señalizados (caminos de ronda) que enlazan varias calas y permiten disfrutar de vistas al mar mientras se camina entre pinos y rocas.
Por qué la recomienda National Geographic
National Geographic no duda en calificarla como “uno de los paisajes más bonitos de la Costa Brava” por la combinación de mar, roca y vegetación mediterránea que crea una estampa digna de postal.
No es solo su belleza estática, sino la manera en que el lugar te envuelve. Los acantilados rojizos que se adentran en un mar turquesa, las formaciones rocosas esculpidas por el viento y el oleaje, y el aroma de pino convierten cada visita en una experiencia sensorial completa.

La cala ha sido fotografiada por revistas de viajes de todo el mundo, atrayendo excursionistas y amantes de la naturaleza que valoran su aspecto casi salvaje y su atmósfera tranquila.
Características únicas de la cala
Esta cala no es una playa grande ni con servicios masificados. Su encanto reside en su carácter compacto y natural. Es un recorte entre acantilados donde el agua, clara y calmada, invita al baño y a hacer snorkel.
Las rocas que la rodean ofrecen rincones para sentarse o explorar, con zonas donde la luz del sol dibuja contrastes fascinantes. La arena es gruesa, salpicada de piedras y con fondos que permiten ver peces incluso desde la orilla.
En temporada baja es habitual encontrarla casi vacía, lo que acentúa la sensación de descubrimiento íntimo. Incluso en verano, al no tener grandes instalaciones ni bares de playa, mantiene un ambiente más recogido y relajado que las playas urbanas.

El entorno natural está muy bien conservado. Es hábitat de especies vegetales y animales típicas del Mediterráneo: pinos, enebros, aves marinas y peces de colores vivos que justifican llevar unas gafas de buceo.
Consejos para disfrutar de la visita
Para aprovechar al máximo la escapada, conviene madrugar y así evitar las horas de más afluencia. Ver salir el sol desde los acantilados ofrece una panorámica espectacular, con el sol emergiendo del horizonte marino.
Si te gusta el senderismo, considera enlazar la visita con tramos del camino de ronda: podrás descubrir otras calas igual de bonitas pero menos conocidas. Lleva calzado cómodo y agua, ya que algunos tramos tienen subidas pronunciadas o son rocosos.
No hay bares ni grandes servicios, así que es recomendable llevar agua, comida y, sobre todo, bolsas para recoger cualquier residuo. La filosofía aquí es dejar la cala tan limpia como la has encontrado.
Quienes se animan a hacer snorkel o buceo ligero disfrutan de fondos rocosos llenos de vida. No olvides la cámara: la luz en las primeras y últimas horas del día ofrece una calidad fotográfica única.
Si vas en coche, comprueba los aparcamientos cercanos: en verano pueden llenarse pronto. Hay opciones de pago y algunas gratuitas, pero suelen requerir caminar un poco.
El poder de una escapada cercana
En un mundo donde a menudo soñamos con destinos exóticos y lejanos, descubrir un tesoro así a solo una hora de Barcelona es un recordatorio poderoso de que, a veces, lo más valioso está muy cerca.
“Uno de los paisajes más bonitos de la Costa Brava”, como lo describe National Geographic, no es solo una frase publicitaria: es una invitación a detenerse, contemplar y reconectar con la naturaleza sin prisas.
Y tú, ¿ya has explorado esta cala o tienes pensado alguna otra escapada cercana para desconectar? Comparte tu experiencia y anímate a descubrir los tesoros que tienes más cerca de lo que imaginas.