L'escapadeta
A 1 h 30 min de Barcelona: el pueblo medieval donde probar cocas, queso de la Garrotxa y pasear junto al Fluvià

Este pequeño pueblo (grande en historia) está en el Gironès y cada calle empedrada, las murallas centenarias y, por supuesto, su emblemático Pont Vell sobre el río Fluvià nos cuentan sus historias.

Os preparamos una escapada de fin de semana en esta joya románica del siglo XII que atraviesa el río Fluvià y nos da la bienvenida con paisajes, historia y buena gastronomía: Besalú combina patrimonio arquitectónico milenario, belleza natural y tradiciones culinarias.

Besalú y una escapada otoñal

Este pueblo suspendido en la comarca de la Garrotxa en la provincia de Girona es un destino ideal para una escapada de fin de semana, especialmente en otoño, cuando los paisajes se tiñen de colores cálidos y dorados y podemos caminar sin prisas, con menos calor y emprender un viaje gastronómico.

Iglesia de Sant Vicenç de Besalú. Una joya del románico catalán que respira siglos de historia.

El legado sefardí catalán

Si visitas este pueblo, debes pasear por el barrio judío y su micvé, testigos del legado sefardí que marcó la vida de la villa en la Edad Media.

Allí podremos revivir estos baños purificadores que los hebreos tomaban en las piscinas conectadas al río Fluvià tal como manda la tradición.

Historia y arquitectura medieval en medio de la naturaleza

Dos puntos de interés más son el Monasterio de Sant Pere de Besalú y la plaza Mayor. El primero fue fundado en el siglo X, y la segunda nos ofrece rincones tranquilos y el centro social de Besalú.

En ambos lugares los visitantes pueden respirar la historia y disfrutar del ambiente bucólico local. Para los amantes de la naturaleza, sobran las rutas de senderismo por la Garrotxa y los paseos en kayak por el río Fluvià.
Son dos maneras que permiten descubrir los bosques, volcanes y paisajes fluviales que rodean el pueblo.

Paseando por rincones que conservan la esencia del pasado.

Gastronomía con etiqueta 0 kilómetros

Besalú no es solo para apreciar con los ojos y tomar fotos. Este enclave también es para vivirlo con el paladar.

Su gastronomía conserva la esencia de la cocina catalana y, lo más importante, se elabora solo utilizando productos locales y de temporada.

Esto es lo que se conoce como comida 0 kilómetros, ya que no se necesitan largos viajes, combustible ni tiempo de transporte.

Por lo tanto, los platos se cocinan con ingredientes frescos que no solo dan más y mejor sabor, sino que benefician la economía local y el medio ambiente. No dejes de probar la escudella i carn d’olla. Este plato no solo condensa la cultura de Besalú, sino que es un guiso reconfortante y potente para una comida completa.

La butifarra con judías es otro clásico digno de degustación que no puede faltar en tu menú, y los quesos de la Garrotxa, en su mayoría artesanales y de sabor intenso, son perfectos para acompañar con un buen pan y vino local.

Las cocas y su lugar de honor

En esta experiencia gastronómica por Besalú, las cocas artesanales ocupan un lugar especial y se preparan tanto dulces como saladas.

Estas son unas pizzas planas muy emblemáticas de toda Cataluña y se elaboran con ingredientes frescos y locales. Entre ellos encontramos sobrasadas, miel, verduras de temporada y frutas.

Las cocas saladas se sirven como aperitivo y como acompañamiento de platos principales, y las dulces (todas con un toque de miel o frutos secos) son ideales para desayunos y meriendas otoñales.

Pero la importancia de las cocas va mucho más allá de ser un simple pan. Estas representan la tradición culinaria del Alt Empordà y las recetas familiares han sido transmitidas de generación en generación y siempre están presentes en las ferias, mercados artesanales y panaderías del pueblo.

Las cocas artesanales, dulces y saladas, son protagonistas de la gastronomía local.
Las cocas artesanales, dulces y saladas, son protagonistas de la gastronomía local.

Guía perfecta para un fin de semana en Besalú

Si no eres de las personas que saben organizar un fin de semana para aprovecharlo al máximo, aquí tienes una guía de dos días en Besalú:

Día 1

Por la mañana debes comenzar el recorrido cruzando el Pont Vell sobre el río Fluvià. Este es el emblema de Besalú. Desde allí, puedes pasear por el barrio judío y visitar el micvé y continuar hacia la plaza Mayor, donde encontrarás muchos locales para tomar un café en la terraza.

Por la tarde puedes almorzar en un restaurante del centro del pueblo. Los platos ideales son la butifarra con judías o una escudella i carn d’olla, acompañados, obviamente, de un vino 0 kilómetros.
Después, recorrer el casco antiguo y disfrutar de la artesanía es una buena idea para terminar el día con un paseo tranquilo junto al río Fluvià y ver la puesta de sol que teñirá de dorado los edificios medievales.

Día 2

Sin prisas, puedes tomar un desayuno con coca bañada en miel y visitar el Monasterio de Sant Pere y la iglesia de Sant Vicenç. Ambos edificios son aptos para admirar la arquitectura del románico catalán. Si tienes tiempo antes de almorzar, sube a alguno de los miradores cercanos para ver las panorámicas del valle con el sol del mediodía.

Cuando llegue la hora de almorzar, una buena idea es probar las cocas saladas y una selección de quesos de la Garrotxa sin olvidar el vino. Antes de irte, puedes pasear por los callejones empedrados y no te olvides de tener la cámara a mano porque cada rincón te ofrece una postal medieval.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa