El Departamento de Educación y Formación Profesional, dirigido por la consejera Esther Niubó, lleva meses trabajando para sacar adelante el decreto de orientación educativa, el cual busca reforzar el paso a la educación postobligatoria con más orientación para el alumnado. El documento con el que trabajan ya se encuentra en la fase final, tal como ha explicado Niubó este martes en comisión parlamentaria. De hecho, su intención es implementarlo a principios del próximo año. Sin embargo, la misma consejera también ha alertado que, para poder aplicarlo, es necesario atar los presupuestos. Y, de momento, parece que Salvador Illa tiene muchas dificultades para negociar las cuentas con sus socios preferentes. Teniendo en cuenta esta situación, Niubó ha reconocido que desde el departamento están a la espera de ver cómo avanza la negociación para saber si podrá tener un despliegue rápido, o bien abrirá un marco con «un camino de futuro, pero que a corto plazo no significará que haya un orientador en cada aula».
Durante su comparecencia, la responsable de la cartera de enseñanza ha explicado a los diputados presentes en la sala que el decreto debe llenar un «vacío» normativo que, en estos momentos, provoca situaciones de «desigualdad» entre los diferentes territorios, lo que afecta mayoritariamente a los alumnos. Por este motivo, según ha defendido, la consejería ha preparado un decreto que quiere ser un «marco estable» que garantice apoyos, espacios y una evaluación sistemática de las acciones de orientación. Sin los presupuestos ligados, sin embargo, la consejera advierte que este nuevo decreto puede quedar cojo de entrada. De hecho, Niubó ha aprovechado su intervención para hacer un llamado a los grupos parlamentarios con el objetivo de sellar las cuentas: «Sin el compromiso colectivo, el decreto podrá ser un marco, pero seguramente no podrá ser una realidad concreta aún. Si cuenta con los recursos de un presupuesto, conllevará una transformación del sistema», ha detallado Niubó.

Continuar potenciando la formación profesional
La formación profesional ha sido otro de los temas que ha centrado la comparecencia parlamentaria de este martes. Tras valorar muy positivamente las cifras de matriculación registradas este inicio de curso -las más elevadas de los últimos años-, la consejera Niubó ya ha adelantado que trabajan con un nuevo plan para continuar potenciando la FP. De hecho, trabajan con un borrador, que aún debe aprobar el Gobierno, para extender aún más la FP Dual intensiva. Es decir, la modalidad que conlleva que los alumnos realicen entre 800 y 1.200 horas de estancia de prácticas empresariales. Aunque se trata de una tipología de FP que ha ganado peso en los últimos años, solo la cursan un 17% de los estudiantes de formación profesional.
El documento con el que trabaja el ejecutivo catalán, aún pendiente de aprobación, apunta la necesidad de implicar más empresas grandes en la formación profesional, ya que, en estos momentos, un 76% de las estancias de prácticas se llevan a cabo en pequeñas compañías. Además, se quiere pasar de unas 47.000 empresas colaboradoras a unas 60.000. La consejera ha explicado que, con este documento, también se busca ajustar con más precisión la planificación territorial, dar más papel a la administración como formadora en la modalidad de FP dual y el despliegue del nuevo decreto de FP en línea, que no busca restringir, sino «regular» esta tipología. Por otro lado, la consejera también ha explicado durante la comisión que trabajan para combatir los estigmas de género que aún perviven en algunos ciclos de FP. De hecho, ha asegurado que enfrentar esta problemática será uno de los principales objetivos del próximo año.

