El ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha defendido este viernes la decisión de debatir con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, durante la campaña electoral del 27-S, porque aprovechó “una rendija” en lo que ha nombrado “un muro de silencio” en los medios de comunicación de Cataluña.
Según ha añadido, el ministro sabía que iba al debate a recibir “guantazos” y que estaría “en desventaja absoluta”, pero que su obligación era ir allí. Tal y como ha comentado Margallo, en Cataluña “hay mucha gente que está angustiada y la obligación de un gobierno [en referencia al ejecutivo español] es dar seguridad”.
En una entrevista en RNE, Margallo ha defendido: “Los españoles que ven amenazado su derecho a ser europeos merecen que corras algun riesgo”, para después añadir con ironía: “Yo no soy Manolete, pero tampoco quiero ser el bombero torero”.
Además, el ministro en funciones ha tachado de “perfecta tontería” que se le acuse de haber dado a Cataluña el rango de nación por haber hablado este asunto mientras él es ministro de Exteriores.
Finalmente, Margallo ha concluido que una Cataluña que hiciera una declaración unilateral de independencia “no sería nunca reconocida como Estado”, y que por lo tanto no podría ni pedir la adhesión a la UE. Ya que el artículo 49 del Tratado dice que pueden pedirla solo los “Estados europeos”.
