Dos banderas españolas con el águila de San Juan se exhibieron anoche en la tribuna del estadio Vicente Calderón durante la final de Copa entre el Barça y el Sevilla, aun estar expresamente prohibidas por la Comisión Antiviolencia. Los símbolos aparecieron en la grada preferencial del campo, cuatro o cinco filas por debajo del palco de autoridades. Los encargados de mostrarlas fueron dos jóvenes de un grupo de cinco con distintivos de los dos equipos más preocupados para hacerse ver que por el juego, ya que se levantaron cinco o seis veces con las banderas desplegadas cuando los seguidores estaban sentados viendo el partido. El objetivo parecía claro, exhibir los símbolos fascistas y captar la atención de las cámaras de televisión y de los fotógrafos.
A pesar de todos los esfuerzos, estos dos personajes no consiguieron su propósito y la acción pasó prácticamente desapercibida por los medios de comunicación. También pasó desapercibida por las decenas de agentes de policía española y de la seguridad privada que había en la zona para velar por el bienestar de los aficionados y para evitar acciones violentas y provocadoras en el interior del estadio. De hecho, algunos seguidores expresaron su rechazo y malestar delante de esta simbología. Una vez acabado el partido, los individuos abandonaron impunemente sus localidades y enfilaron la puerta de salida.
La normativa es clara al respecto y prohíbe “la exhibición de pancartas, símbolos, emblemas y leyendas que puedan incitar a comportamientos xenófobos, racistas o terroristas”. “Aquellos que no respeten las precitadas normas serán sancionado por las autoridades gubernativas con una cantidad que oscilará entre los 60.100 y los 650.000 euros y se les prohibirá el acceso a cualquier recinto deportivo durante un período de 2 a 5 años”, añade el texto. De hecho, en la parte posterior de las entradas se recuerda a los aficionados las normas de obligado cumplimiento dentro del recinto.
El catálogo de la Comisión Antiviolencia de símbolos prohibidos también es claro y especifica los elementos que no pueden entrar en los campus de fútbol, entre los cuales hay la bandera española con el águila de San Juan. En concreto, dice que se trata de un diseño descrito y regulado formalmente por el decreto 470/1938 firmado por el General Franco en la zona nacional”, y añade que “los grupos ultras y fascistas del Estado exhiben el águila del período franquista afianzándose”.
