Sandro Rosell prometió, el verano de 2013 cuando Neyrmar Jr aterrizó en Barcelona, que el crack brasileño tendría una renovación que le situaría a la altura de los futbolistas más bien pagado del mundo cuando se cumplieran tres años del contrato que le liga al Barça hasta 2018. CUando ya hace tres temporadas que Neymar Jr viste de azulgrana -camino de la cuarta-, el jugador y su familia se comienzan a poner nerviosos. La renovación está en camino, pero la propuesta para que el 11 siga con la camiseta barcelonista aún no está en la mesa de sus representantes: el padre y Wagner Ribeiro.
Es por esto que, durante los últimos días, los responsables de gestionar los derechos económicos del jugador ya prueban de forzar la máquina. Los supuestos intereses del PSG, el Manchester United y el Real Madrid en la contratación de Neymar Jr, con propuestas de sueldo indecentes, hacen activar todas las alarmas al Barça, que ya ha enviado sus negociadores a Brasil por tal de convencer al futbolista que la mejor opción es seguir en el club catalán, al lado de Leo Messi, Andrés Iniesta y Luis Suárez, sumar títulos nacionales y continentales y tener paciencia para, una vez el mejor jugador del mundo pase a segundo plano, coger las riendas del equipo, liderarlo y convertirse en el más destacado del planeta, Balón de Oro incluído.
Pero las medidas para convencer al brasileño no pasan solamente por mostrarle fotografías de los nueve títulos conseguidos en los últimos dos años, ni las imágenes de buen fútbol firmadas por el tridente más desequilibrante y decisivo de Europa, sino por una propuesta llena de ceros, en negro sobre blanco, que le haga temblar las piernas y firmar con los ojos cerrados. El entorno del futbolista ya se ha encargado de poner el miedo en el cuerpo de los dirigentes, ejecutivos, empleados y afición del Barça, filtrando las supuestas ofertas mareantes de los tres clubes, solo un mes después de las claras palabras pronunciadas por el mismo jugador en el césped del Camp Nou: “Soy muy feliz en este club. Yo soy del Barça”.
Evidentemente, las recientes filtraciones y las suposiciones de que el PSG está capacitado y dispuesto a pagarle 50 millones de euros brutos de ficha (25 millones netos por temporada), buscan lo que el entorno del jugador no ha conseguido hasta ahora: que el Barça se moje. Que el club azulgrana apueste fuerte para mantener a Neymar Jr como estandarte del futuro, que los emisarios viajen a Brasil y le dejen sobre la mesa un cheque en blanco, un sueldo que se iguale al del mejor futbolista del planeta, Leo Messi, y supere, incluso, el salario del capitán y emblema de la filosofía de juego de los últimos diez años, Andrés Iniesta.
Ahora es el turno del Barça. Raül Sanllehí, director del área de fútbol, André Cury, intermediario del club en Brasil, ya están en tierras latinoamericanas para intentar convencer al crack. No será fácil, ya que las pretensiones del jugador harían saltar por los aires el equilibrio de la masa salarial mantenido en raya en los últimos años, y aún más, después de la renovación de Sergio Busquets, que será efectiva el próximo 1 de julio.